Digitalización e innovación en la farmacia rural

Talento joven a la España vaciada

Desabastecimiento hasta final de año de un fármaco clave contra el cáncer de páncreas. Foto: Europa Press
Digitalización e innovación en la farmacia rural.

La asistencia sanitaria en los núcleos de población alejados de las grandes ciudades es uno de los grandes problemas médicos del momento. Los habitantes de pueblos de la llamada “España vaciada” cada vez tienen más difícil el acceso a una atención médica de calidad.

Cierre de consultorios, especialistas que cada vez espacian más sus visitas, largos tiempos de espera para la llegada de ambulancias… Todo esto ha hecho que los profesionales del mundo farmacéutico hayan dado un paso adelante y que la farmacia rural se esté convirtiendo en un espacio clave en estos pequeños municipios.

En otras palabras, el boticario es el profesional de la salud más cercano para estas personas. A la hora de mantener unos buenos hábitos de salud, tener acceso a medicamentos que no necesitan receta, etc., estos especialistas se han transformado en los mejores asesores para los municipios alejados de los grandes núcleos urbanos.

Este hecho ha derivado en un cambio de mentalidad para los propios boticarios rurales: ser punta de lanza asistencial en estos territorios les ha movido a mejorar su formación y a optar por la digitalización para elevar la calidad de su servicio.

La tecnología llega a las farmacias rurales

El ámbito rural está tradicionalmente asociado a conceptos como “anticuado” o “desactualizado”. En el imaginario popular, las farmacias rurales son espacios con estantes casi vacíos y que apenas pueden servir lo necesario a la población; nada más lejos de la realidad.

Lo cierto es que las más de 2000 farmacias que se sitúan en municipios de menos de mil habitantes en España están haciendo un gran esfuerzo para adaptarse a los tiempos y convertirse en la mejor ayuda para sus usuarios, generalmente una población muy envejecida.

Por ello, surgen iniciativas como el proyecto Telémaco. La Sociedad de Farmacia Hospitalaria y la Sociedad Española de Farmacia Rural han unido sus fuerzas para ofrecer a los pacientes crónicos de estas zonas la mejor asistencia.

El resultado ha sido la creación de un sistema de telefarmacia y seguimiento farmacoterapéutico por parte de los boticarios. Estos profesionales tienen acceso a una parte del historial de los pacientes, para poder ayudarles en el caso de la atención a síntomas menores, para ofrecer consejos farmacéuticos y, sobre todo, a la hora de derivar al médico o al especialista a aquellas personas que necesiten atención médica por su dolencia.

Talento joven a la España vaciada

Otro de los objetivos de estas asociaciones profesionales y del sector farmacéutico en particular es el de atraer a talento joven a estos núcleos de población. Es importante que la figura del boticario no desaparezca en los pequeños pueblos, para que los habitantes de estas zonas no se sientan desatendidos cuando necesiten apoyo sanitario.

 

¿Cómo se ha materializado este interés? A través de dinámicas que destaquen las bondades del entorno rural a los jóvenes. Esto se ha llevado a cabo a través de la oferta de prácticas formativas en el medio rural. Y mostrando que trabajar en un lugar así no implica quedarse atrasado o desactualizado: la formación online y la adaptación de la tecnología al día a día de la farmacia son hechos reales que también se dan en estos territorios.

De esta manera, los farmacéuticos de los pequeños pueblos de España trabajan a diario para que en los próximos años siempre haya algún profesional del sector levantando la persiana del establecimiento y siendo el apoyo de los vecinos siempre que lo necesiten. 

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