La Isla Pirata de Benidorm: Una historia sin licencia de apertura

El caso del restaurante de la isla pirata de Benidorm nos enseña la importancia de cumplir con la normativa y proteger el medio ambiente. La falta de licencia de apertura o licencia de actividad y la ubicación en zona protegida han llevado a la sentencia que pone en riesgo el futuro del negocio.

La Isla Pirata de Benidorm: Una historia sin licencia de apertura
La Isla Pirata de Benidorm: Una historia sin licencia de apertura

Un nuevo capítulo se escribe en la larga historia del restaurante de la Isla de Benidorm, conocido popularmente como la "Isla Pirata". Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha confirmado que el establecimiento, abierto desde 1968, nunca ha tenido licencia de actividad.

La decisión judicial pone fin a las esperanzas del empresario, quien desde hace años busca regularizar su situación. A pesar de que el restaurante ha operado durante casi cinco décadas, carece de los permisos necesarios para funcionar en un espacio que, desde 2005, forma parte del dominio público marítimo-terrestre.

Un Caso de Ausencia de Permisos

La historia del restaurante se remonta a 1968, cuando el empresario comenzó a explotar el negocio sin licencia de apertura. En 1993, durante el mandato del alcalde Eduardo Zaplana, se presentó una solicitud formal de apertura, pero el Ayuntamiento de Benidorm nunca llegó a resolverla.

El empresario alegaba haber obtenido la licencia por silencio positivo, pero el TSJCV ha rechazado este argumento. La sentencia recalca que, independientemente de la administración titular del islote, la actividad del restaurante requería una autorización que nunca se concedió.

Un Islote en Zona Protegida

La situación se complica aún más por la ubicación del restaurante, dentro del Parque Natural de la Serra Gelada. La titularidad del islote corresponde al Estado, y el Ayuntamiento de Benidorm no tenía la potestad para otorgar permisos para su explotación comercial.

Además, según informes municipales, no existen registros de solicitudes para las obras de las instalaciones del bar. Esto significa que, además de la falta de licencia de actividad, el restaurante también ha operado sin las licencias de obra necesarias.

Un Futuro Incierto

La sentencia del TSJCV deja claro que el restaurante de la Isla Pirata ha operado de manera ilegal durante casi 50 años. La decisión judicial no es firme y cabe la posibilidad de recurso, pero las perspectivas para el futuro del negocio son inciertas.

Este caso sirve como recordatorio para todos los empresarios de la importancia de cumplir con la normativa vigente y obtener las licencias necesarias para operar, tanto licencia de apertura o licencia de actividad. La falta de permisos puede tener graves consecuencias, como el cierre del negocio y sanciones económicas.

Lecciones para empresarios y ciudadanos

La historia de la Isla Pirata de Benidorm nos enseña varias lecciones importantes:

 
  • La importancia de la legalidad: Es fundamental que todos los negocios operen con las licencias y permisos necesarios.
  • El papel de las administraciones: Las administraciones públicas deben velar por el cumplimiento de la normativa y actuar contra aquellos que operan de forma ilegal.
  • La responsabilidad individual: Cada empresario es responsable de conocer y cumplir la normativa que regula su actividad.

Es fundamental que tanto empresarios como ciudadanos sean conscientes de la importancia de la legalidad y actúen en consecuencia. Solo así se puede garantizar un entorno empresarial justo y competitivo.

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