¿Qué debe contener un packaging sostenible?

El packaging sostenible, un valor añadido

¿Qué debe contener un packaging sostenible?
¿Qué debe contener un packaging sostenible?

Es evidente que, con el paso de los años, cada vez más empresas han incorporado a sus políticas muchas acciones para ser más sostenible y cuidar el medioambiente.

Esto responde, por un lado, a la propia concienciación de las compañías para ofrecer productos más respetuosos con el entorno y, por el otro, la exigencia creciente de los clientes, que aprecian los servicios y productos sostenibles y son un elemento importante en sus decisiones de compra.

Es por ello que es esencial que las empresas cuiden al máximo posible la composición de sus productos o reduzcan al máximo los efectos nocivos con el medioambiente.

El packaging sostenible, un valor añadido

Entre los elementos que han vivido un cambio considerable en favor de la sostenibilidad está el packaging, es decir, los materiales que envuelven o protegen un producto para que llegue en el estado óptimo hasta las manos del cliente.

Una de las medidas que han tomado muchas empresas en esta línea es la incorporación del packaging sostenible. Para que sea considerado como tal, se deben cumplir una serie de requisitos. Los principales son que los envoltorios del producto sean reciclables, biodegradables, fabricados a partir de materiales reciclados y reutilizables. 

En otras palabras, el propio diseño o estética del embalaje pasa a un segundo plano —aunque puede ser igual de atractivo— y lo que cobra importancia es la reducción del impacto en el medioambiente de los materiales y de todo su ciclo de vida. Podemos conocer un ejemplo claro de packaging sostenible en la empresa de envasados, Manipulados Viluz

También es importante saber que no nos referimos solo a los embalajes de productos finales que llegan al consumidor. Sectores como la construcción, entre muchos otros, también han apostado por el packaging sostenible para productos que no tienen diseño específico, pero que sí necesitan una protección hasta que llega el momento de utilizarlos.

Un punto a favor para la reputación de tu marca

La apuesta de muchas empresas por este tipo de packaging también supone ventajas en términos de reputación. Como decíamos, los clientes o compradores cada vez observan más detalles relacionados con la concienciación social, y un packaging sostenible eleva los valores sociales de las compañías. Si, además, lo acompañan con productos finales sostenibles y otros procesos y decisiones que acompañan esta política empresarial, sin duda mantendrán una coherencia que el cliente valorará mucho.

Se trata de una decisión totalmente estratégica que muchas empresas reconsideran y aplican cada vez más. Otro aspecto valioso a valorar es a qué tipo de cliente nos acercamos con este tipo de mejoras. Si bien podemos pensar inicialmente que el coste y sacrificio que supone para la empresa es elevado, la realidad es que, en términos económicos, muchas empresas observan un retorno de la inversión evidente. 

 

Debemos pensar, por ejemplo, que el tipo de cliente al que nos dirigiremos puede variar, y pasaremos a dirigirnos a un público objetivo que no siempre será igual al anterior, con inquietudes diferentes, patrones de compras diferentes o fidelidad con la marca más elevados que antes.  No hay duda de que el fenómeno del packaging sostenible ha llegado para quedarse.

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