Escalera de color

Relataba en el inicio de la andadura del Dr. Sánchez como “emergente estadista", el diálogo de dos aficionados taurinos en el trayecto que va de la Torre del Oro a la Maestranza un día de la Feria de abril. 

!!Qué vergüenza la faena "del Curro", echándole el último toro al corral teniendo que salir entre una lluvia de almohadillas escoltado por la policía!! 

Tonterías, contesta el otro aficionado. "Te perdiste verle bajando del coche en la puerta de la plaza". 

El relato, referido al ya entonces presidente del Gobierno, político cuyo desapego por el poder ya resultaba entonces evidente y hombre a quien mandatarios mundiales dice ÉL le consultan por el secreto incuestionable de éxitos que realmente son actos de servicio a España, cuestión que afamados pero maliciosos articulistas atribuyen al comportamiento patológico  de un yonki enganchado al poder, que no a su gestión, ello en mi opinión debido la envidia que suscitaba y sigue suscitando su apolínea y varonil figura y andares cuyas caderas sostenidas sobre piernas que más parecen columnas llevan a la libido de algunos gobernados, aunque en modo alguno nada de ello comparable a los registros últimos de su voz que en estos meses de zozobra tanto nos reconfortan. 

En igual manera estimo que lo están siendo las reacciones que suscita la actual vice y ministra de Trabajo Dña. Yolanda Díaz, posiblemente en función de una elegancia en apariencia burguesa por su sencilla distinción en el vestir y una delicada dicción de la voz que se ajusta a su lenguaje, cuestiones que merecidamente la elevan a líder mejor valorada por los españoles y que al igual que Sánchez, utiliza un tono indefinible pero acariciador que alguno podrá encontrar cursi, un tanto forzado o empalagoso que igualmente conmueve siendo el premio merecido al esfuerzo de Dña. Yolanda por "gustar", dicho sea en términos taurinos que parece recurre al logopeda que actualmente atiende al Dr. Sánchez. 

Mujer de "publicadas" cualidades e idoneidad de recursos incluidos los intelectuales que ensalzan con tan falsas como aviesas intenciones la mayoría de los medios al servicio del sistema, "algo ahora muy de moda y no solamente en la ultraizquierda" a tan ilustrada como inteligente descubridora de la "política auténtica". 

Yegua, que no caballo de Troya a la que en artículo reciente y por razones biológico y-o morfológicas me referí que pareciera haber mutado por su ambición en terca mula, ungida como heredera de D. Pablo Iglesias con el beneplácito de Sánchez como útil artilugio para triturar en primera instancia a Podemos, (insisto de nuevo que todo en la política actual es posible y no sólo en la izquierda como ahora estamos viendo) para, en fase posterior terminar con cuanto quede a la izquierda del sanchismo que, tan  siquiera podrá digerir el heno que decía se comería del pesebre en que ha devenido la política actual impuesta por quien o quienes en verdad mandan y que acabará (antecedentes hay de comunistas de más abolengo) en la casa común de un PSOE que, incluso dirigido por Sánchez sigue siendo una máquina de poder que ciertamente no deja nadie de los suyos atrás. 

El éxito de un grupo como el que en su día crearon Placido Domingo, José Carreras y Pavarotti conocido por "Los tres tenores" ha quedado oscurecido por el formado por las Sras. Yolanda Díaz, Mónica García, Ada Colau y Mónica Oltra y que reforzado a última hora por la Sra. Fátima Hamed constituye un repóquer de  ases o mejor de "ASAS" para no contradecir el lenguaje inclusivo que intenta implantar Dña. Irene Montero, cuya estruendosa exclusión y la de su colega y también ministra Dña. Ione Belarra está siendo la comidilla de los medios. 

Y hablando de "comidilla", entiendo que de haber contado con la inclusión en el grupo a D. Alberto Garzón, caballero que destaca por la elegancia en el maridaje de sus trajes con el color gris alpaca del coche oficial de ministro de consumo cuya dedicación, entiendo es defender a los ciudadanos del precio de la luz, la Energía etc., últimamente reciclado como futurible premio de literatura gastronómica al patrocinar libros o vademécum de cocina sana cuya incorporación al grupo anteriormente descrito de “asas” hubiera elevado la categoría del mismo de repóquer a "ESCALERA DE COLOR".