Giro de timón en Ecuador

España en decadencia democrática y quizás no sólo a la hora de acercarse el 4-M, en América Latina, por ejemplo en Ecuador, parece casi todo lo contrario.

Hay que ver los resultados de las recién elecciones del Ecuador. Con Guillermo Lasso parece que el socialismo del siglo XXI y su posible vuelta se está quedando más que obsoleta.

Lasso tiene una oportunidad histórica de ahora en adelante y evitar otro Macri o Piñera.

Teniendo en cuenta la polarización (correísmo vs. anti-correísmo) de la sociedad ecuatoriana, Correa y la opción personalista aún representaba hasta hace poco una opción para un porcentaje importante de la población, teniendo en cuenta el binomio Arauz-Correa en la candidatura del 2021, y también los resultados seccionales del marzo 2019, y creciente rechazo de gobierno de Lenín Moreno después de las protestas del octubre del 2019.

Así que hay que esperar, y tener esperanza de que el nuevo gobierno devuelva sobre todo la institucionalidad al país y que se reinaugure la justicia para todos.

Al asunto político cabe añadir que ningún aspirante (del partido que sea) que pretenda a representar al pueblo a través de las urnas mediante las elecciones democráticas, no debería renunciar a la crítica a cambio de constar en las próximas listas de las elecciones, no se debería tolerar la violación de los derechos humanos, ni el abuso del poder. A lo mejor, para que cumplieran los políticos los programas electorales, habría que tomar cuerpo notarialmente y destituirles de su cargo por incumplimiento y penalizar económicamente.

El peligro corre sobre todo en la suplantación de Constitución, en cambio de sistema electoral para perpetuarse en el poder y acabando con la separación de poderes.

A pesar de todo el pesimismo en América Latina, y observándolo desde muy lejos, parece que el período de las últimas décadas con elecciones vigiladas por organismos internacionales, son el período más democrático, no sólo en Ecuador, sino en muchos países de América Latina, salvando por supuesto a ciertos países.

Volviendo a España, el 4-M en Madrid va a ser también histórico, igual como este abril en Ecuador.