¿Por qué valores?

Los últimos acontecimientos en la calle Génova no vienen sino a demostrar el errático rumbo que se empezó a tomar después de la marcha de Aznar. Entonces, algunos, después de más de 28 años, abandonamos las filas del PP que, diluyó, primero, y luego olvidó, los valores que Fraga, Aznar, Aguirre, Trillo, Isabel Tocino, Mayor Oreja… consolidaron en esa unión de demócratas cristianos, liberales y conservadores llamada Partido Popular. 

El experimento de crear un partido a la derecha del PP se ha ido de las manos, al igual que ha ocurrido con el experimento Podemos en el PSOE. La política española se ha polarizado y eso no es bueno para nadie. 

España necesita firmeza en las ideas, pero moderación en la formas. España necesita integrar y no excluir. Necesita cabezas que piensen y no que embistan. España necesita personas que sumen y aporten experiencia a la gestión pública. 

Los becarios, venidos a jefes, que dirigen la política española son el hazmerreír del mundo y las marionetas de poderes fácticos que maniobran por sus propios intereses lobistas.

En el proyecto Valores, la persona es nuestro eje principal. Caben sin distinción de procedencia, amigos de la izquierda y amigos de la derecha, todos aquellos que quieran recuperar, sencillamente, la dignidad, el coraje de ser españoles, de adopción o nacimiento, en definitiva, la decencia de la política en España, tan desacreditada en los últimos años.

Nos tocará a Valores poner fin en España a una etapa caracterizada por el abuso, la falsedad y el cinismo. Valores ofrece un proyecto para gobernar con hechos y no con apariencias, para gobernar escuchando y dialogando y no silenciando y escondiendo…para gobernar con la verdad y la mirada limpia, con austeridad y no con despilfarro, con la sociedad y por la sociedad.

Valores viene a sumar a los desencantados, no a pelear contra Vox y PP. 

Venimos a dar representación a los que han sido olvidados por los actuales partidos políticos en España que, analizando los resultados de las elecciones de los últimos años, vemos que un 30% de españoles y residentes no participa de la fiesta democrática, y eso sólo beneficia al sistema bipartidista que quieren consolidar.

La Revolución Tranquila de las Familias, que abanderamos en Valores, viene a devolver la ilusión a millones de españoles que están desmotivados, hastiados y cansados de ver que los problemas se eternizan y no se pone solución. 

Quien ha sido parte del problema, no puede ser parte de la solución y Valores es el instrumento para que los mejores puedan participar y la mediocridad sea desterrada de la vida pública. 

A día de hoy, tenemos muchos frentes abiertos:

1. La inflación disparada y sin freno.

2. La gasolina, el gasoil, el gas y la luz por las nubes.

3. La asfixia económica de nuestros autónomos y pymes que ven cómo los fondos europeos no les llegan.

4. Los presos de ETA negociando su libertad y escupiendo a las víctimas.

5.  Una Ley de Educación aprobada en un Estado de Alarma sin haber consensuado con las familias y los profesionales de la enseñanza.

6. Un paro juvenil desbocado y una nula política de investigación que obliga a nuestros hijos a marchar al extranjero después de haberlos formado.

7. Una dependencia energética del 85% que nos hace reos de terceros países.

8. Un sector industrial cada vez más débil y menos importante en el PIB nacional.

9. Una nula planificación hidrológica que lleve agua desde donde sobra a donde falta.

10. Nuestros agricultores y ganaderos utilizados como moneda de cambio en Europa.

Sin olvidarnos de la corrupción. Y así podríamos seguir.

Por esto y mucho más nació Valores hace poco más de un año. Vuelvo a insistir, no para dividir, sino para sumar al tablero político lo que otros no pueden, o no saben,  aportar y conformar así el puzzle que hará de España un país libre de comunismo radical. 

El PP actual, bajo la promesa de una supuesta desradicalización, a futuro, del PSOE y bajo el prisma de formar un gobierno de tecnócratas de coalición, al estilo italiano y que serviría los intereses globalistas, se ha descafeinado y olvidado a lo más importante: las personas.

Al olvidar la condición histórica, política, social y cultural de la nación española hay partidos que tenemos que asumir el espacio que olvida el PP con ideas, proyectos y valores.

Se nos estigmatiza por no haber teñido responsabilidades de gobierno y se nos crea la imagen de radicales, pero en realidad somos la fuga sociológica del centroderecha que llevó a España a la cabeza europea del crecimiento  y bienestar económico. Somos esa parte castigada en los últimos años. Somos el partido de la Familia. 

Por ello Valores ha recogido de manera ordenada, moderada, articulada, las ideas que durante la democracia española han permitido vertebrar la modernización de España con la identidad sociológica del centro derecha sin caer en la radicalidad que mimetiza el comportamiento de  Podemos, pero en la derecha española. 

Ya hemos conseguido en los últimos meses que se rescate del olvido la necesaria Ley de Familia, que se cree el Ministerio de Familia, que se hable, sin tapujos del coladero que supone la actual Ley del Aborto para utilizarlo como método anticonceptivo, que se ponga de manifiesto la nula política de natalidad que hay en España....estos valores son los que están despertando a miles de votantes que aún piensan que es posible una unión real del centroderecha español pero no creen en los partidos que actualmente tienen representación. El centroderecha siempre ha sido moderado y no excluyente y no entendemos otra forma de hacer política que la proposición de ideas y  no la imposición de las mismas por la fuerza. 

Valores recupera esos principios olvidados para reilusionar al electorado español. 

Seguiré trabajando, como hasta ahora, para limar las diferencias entre los distintos partidos del centro derecha español. Por mi parte, por la parte de Valores, no tendremos el más mínimo problema en dar un paso atrás y contribuir a la unidad que jamás tuvo que romperse. 

Unidad en la Diversidad, como reza el lema de la Unión Europea, pero sin renunciar a lo importante: la Persona, la Familia, la Vida y la Justicia Social. Podéis tener mi palabra, no necesito demostrar nada en este sentido.