Cuáles son los beneficios de la lactancia materna

Te damos las claves para su práctica correcta

Una profesional sanitaria atiende a una madre que ha dado a luz y a su bebé recién nacido.
Una profesional sanitaria atiende a una madre que ha dado a luz y a su bebé recién nacido.

Inmersas en la semana de la lactancia materna - que se celebra entre el 1 y el 8 de agosto -una celebración que busca fomentar esta beneficiosa práctica tanto para los bebés como para las mamás, os contamos de la mano de Gema Magdaleno, matrona de Atención Primaria y asesora, las claves para una correcta lactancia materna: horarios, edades recomendadas e incluso posturas, además de aclarar algunas dudas relativas a esta práctica y al Covid-19.

La leche materna es el alimento que la naturaleza ha preparado para niños recién nacidos. Es un alimento vivo, específico para cada bebé, y que va cambiando para adaptarse a sus necesidades. La leche de madre no es sólo un alimento, no sólo tiene factores nutritivos, sino que tiene propiedades inmunológicas (actúa a modo de "vacuna y antibiótico" natural) y relajantes (actúa como un sedante que ayuda al bebé a relajarse y dormir mejor). Y es innegable, todo el tiempo que el niño pasa siendo amamantado, contribuye a establecer un vínculo emocional con su madre, necesario también para el desarrollo afectivo de los niños. Por todo esto, los niños que se alimentan con leche materna, en su primera infancia, padecen menos infecciones y alergias y tienen menos riesgo de obesidad y enfermedades metabólicas.

Pero no sólo los bebés obtienen grandes beneficios con esta práctica. Y es que dar el pecho ayuda a las madres a recuperarse mejor del embarazo y del parto, a perder peso de forma más rápida y fisiológica y a normalizar su metabolismo. A largo plazo, hay estudios que indican que la lactancia materna sería un factor protector para la madre, frente a algunos tipos de cáncer de mama y ovario, y también frente a enfermedades metabólicas y cardiovasculares como la diabetes o la hipertensión.

Cinco claves para una correcta lactancia

No hay horarios buenos o malos: Las madres que dan el pecho deben olvidarse del reloj. La lactancia materna no se guía por horarios rígidos preestablecidos. El niño debe comer a demanda, puesto que él solito es capaz de regular sus necesidades nutritivas.

El alimento exclusivo hasta los 6 meses: La OMS y los principales organismos implicados en la salud infantil recomiendan alimentar a los bebés exclusivamente con leche materna hasta los 6 meses (no es necesario darles agua ni ningún otro líquido ni alimento). A partir de los 6 meses se puede introducir otro tipo de alimentos, pero se puede continuar dando el pecho todo el tiempo (meses o años) que la madre y su hijo deseen. La leche materna nunca pierde sus propiedades y nunca es perjudicial para el niño.

El enganche, la clave de esta práctica: El enganche correcto es un factor clave para que la lactancia materna funcione correctamente. Para conseguir un buen enganche, el bebé debe abrir bien la boca e introducir el pezón y parte de la areola hasta conseguir que lleguen al final de la lengua, sin que las encías muerdan el pezón. Si un bebé está bien enganchado, la madre no debe sentir dolor en las tomas. Si, por el contrario, el enganche no es adecuado, la madre sentirá mucho dolor durante la toma, probablemente aparecerán grietas y heridas en el pezón, y el niño no se alimentará correctamente, por lo cual no ganará peso.

Una postura cómoda para ambos: También es muy importante conseguir una buena postura de la madre y del hijo durante las tomas. El bebé debe tener la cabecita pegada al pecho de su madre, y la barriguita pegada al cuerpo de la madre. Si el niño está muy separado, o torcido, las tomas no serán fáciles. Por otra parte, la madre también debe estar cómoda, con la espalda, los brazos y los hombros relajados, y en un ambiente tranquilo sin demasiado ruido o estímulos desagradables.

Así afecta la COVID-19 y la vacunación a la lactancia materna

"La COVID-19 no afecta en absoluto a la lactancia materna, según todas las evidencias de las que disponemos. Las madres infectadas pueden seguir amamantando a sus hijos sin ningún problema, y no sólo no van a contagiar a sus bebés, sino que a través de la leche materna le transferirán anticuerpos (defensas) que le protegerán de la enfermedad", reflexiona Gema Magdaleno.

Para evitar cualquier riesgo, si la madre se contagia, debe seguir las siguientes precauciones:

 

- Evitar el exceso de contacto físico con el niño durante los días que dure la infección.

- Cuando exista contacto con el bebé (y por supuesto cuando le esté dando el pecho) la madre deberá llevar la mascarilla puesta todo el tiempo.

- Imprescindible lavarse las manos antes de tener contacto con el bebé.

- Si la madre tiene muchos síntomas y no se encuentra bien (fiebre, tos), puede extraerse la leche para que otra persona pueda dársela, extremando las medidas higiénicas para que no haya ningún tipo de contaminación.

Otra de las grandes incógnitas que están surgiendo en la pandemia son las dudas sobre la vacunación y como afecta a la lactancia materna. "La vacuna contra la COVID 19 no interfiere en absoluto en la lactancia materna. Si la madre está previamente vacunada, podrá amamantar sin ningún problema. Pero también se podrá vacunar durante el periodo de amamantamiento. Todas las evidencias disponibles han demostrado que la vacuna es segura y eficaz durante la lactancia materna, y no perjudica en absoluto al bebé. No sólo no es perjudicial, sino que puede ser beneficiosa, puesto que los estudios parecen demostrar que los anticuerpos de la madre pasarían a través de la leche e inmunizarían al bebé mientras esté siendo alimentado", explica la experta.

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