Planes gratis para hacer en Benicásim
Benicasim, tierra de contrastes, fusiona playas codiciadas con una herencia histórica que se remonta siglos atrás
- De la Época de los Corsarios.
- Descubre un Paraje Único.
- El Refugio de los Antiguos Carmelitas.
- Un Pequeño Aperitivo Barroco.
- ¿Te Gusta el Enoturismo?.
- Testigos de la Belle Époque.
- Una joya del Patrimonio Artístico Local.
- Una Bella Postal en la Cima de las Palmas.
- Este homenaje es para ti.
- Un verdadero Tesoro Natural.
- Para los Amantes de la Bicicleta.
De la Época de los Corsarios.
La Torre de San Vicente, en la playa homónima, data del siglo XVI. Fue construida en un estilo renacentista y se erige como un testigo de la época de los corsarios que asolaban la costa en el siglo XV. Hoy, su estructura se conserva en excelente estado.
Descubre un Paraje Único.
En el interior de Benicasim se encuentra el Parque Natural del Desierto de las Palmas, un área de más de 3,000 hectáreas de naturaleza virgen, protegida por su alto valor ecológico. Desde sus miradores, disfrutarás de vistas panorámicas impresionantes de Benicasim y sus alrededores. El Desierto ofrece múltiples formas de exploración, como rutas a caballo, en bicicleta, sendas culturales y un entorno natural con monasterios, ermitas, grutas y manantiales.
El Refugio de los Antiguos Carmelitas.
El Monasterio del Desierto de Las Palmas, construido en 1694 y hogar de los frailes Carmelitas descalzos desde 1784, se encuentra en un entorno tranquilo. Aunque se le llama "desierto," no hay arena, sino que la Orden Carmelita designa así a los lugares donde se ubican conventos aislados de las poblaciones. Es un lugar de meditación y oración.
Un Pequeño Aperitivo Barroco.
El Museo Sacro del Monasterio alberga archivos, bibliotecas y museos de alto valor cultural en el Desierto de las Palmas. A pesar de sufrir destrucciones y expolios a lo largo de los siglos, conserva más de 600 obras de arte, documentos y libros de gran valor histórico. Este impresionante fondo documental y bibliográfico narra la historia de la región.
¿Te Gusta el Enoturismo?.
El Licor Carmelitano y el vino moscatel tienen profundas raíces en Benicasim, con su origen en el Monasterio del Desierto de las Palmas en el siglo XVII. El Museo Bodegas Carmelitano en el corazón de la ciudad ofrece la oportunidad de aprender sobre la elaboración de estas bebidas especiales y participar en catas y degustaciones.
Testigos de la Belle Époque.
Benicasim se convirtió en un refugio para las vacaciones de un selecto grupo de empresarios castellonenses y valencianos a finales del siglo XIX y principios del XX. El resultado es un conjunto de villas de gran belleza y arquitectura modernista. Las villas se dividen en las zonas del "Infierno" y la "Corte Celestial," separadas por los jardines de Comín.
Una joya del Patrimonio Artístico Local.
La Iglesia de Santo Tomás, en el centro de Benicasim, se terminó en 1776 en estilo neoclásico. Su planta de cruz latina y el altar mayor dedicado a Santo Tomás de Villanueva destacan. El interior presenta frescos del pintor Camarón y pinturas en la cúpula. La iglesia es el epicentro de las fiestas patronales en septiembre.
Una Bella Postal en la Cima de las Palmas.
El Castillo de Montornés, en una de las cimas más altas del Parque Natural del Desierto de las Palmas, se remonta al siglo X y fue parte de un conjunto defensivo árabe. Aunque hoy apenas quedan ruinas, su historia está llena de guerras y conquistas, y se dice que incluso fue ocupado por el Cid Campeador.
Este homenaje es para ti.
Un homenaje a los asistentes a festivales de música como el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) se encuentra en la avenida Castellón. Una escultura en bronce representa a los asistentes al festival, creada por el escultor José Manuel García Cerveró.
Un verdadero Tesoro Natural.
Las Islas Columbretes, un archipiélago de gran interés ecológico en el Mediterráneo, se compone de varios islotes a 30 millas de la costa de Castellón. Ofrecen la oportunidad de realizar excursiones en barco, senderismo y baños en un entorno único.
Para los Amantes de la Bicicleta.
La Vía Verde, que conecta Oropesa del Mar y Benicasim, sigue una ruta de 5.7 km construida sobre la antigua vía de ferrocarril junto a la costa. Esta ruta plana es ideal para caminatas y paseos en bicicleta, con áreas de descanso para disfrutar de las hermosas vistas.
