Carme Chacón ha empezado la carrera para ser la próxima candidata del PSOE a la presidencia del Gobierno: ha confirmado que se presentará a las primarias

El primer movimiento de Chacón, apenas conocerse el apretado resultado del congreso, fue plantear al vencedor que confeccionara una nueva ejecutiva de integración, dados los apoyos que ella había alcanzado (casi la mitad de los delegados). Pero, a la vez, le comunicó que ella misma se excluía de la dirección federal.

Fuentes cercanas a Chacón, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, explican que ella no quiere vincularse a la actual dirección del socialismo, entre otras cosas para no ‘quemarse’ de cara al futuro.

Igualmente, cuentan que, apenas conocerse el resultado del congreso, confirmó a los suyos que se presenta “seguro” a las primarias para la nominación del candidato a la presidencia del Gobierno.

Chacón se va a dedicar a partir de ahora a construir de nuevo su candidatura, para lo cual tiene muchos datos a su favor, como el buen resultado conseguido en Sevilla. Pero también que su figura es una apuesta de futuro, mientras que la de Rubalcaba está lastrada por su edad: en 2016 tendrá 64 años.

Apuesta por Patxi López

Fuentes del PSOE cercanas a Rubalcaba apuntan que su decisión de presentarse a la secretaría general, además de componentes personales muy profundos relacionados con la intención de frenar a algunas personas del entorno de Carme Chacón (en esa línea iba el durísimo informe de El País contra ella), tiene que ver con su deseo de ser él quien controle la transición en el partido tras el final de la era Zapatero.

Esas fuentes manejan la teoría de que Rubalcaba no será en realidad el próximo candidato a la presidencia del Gobierno, sino que su apuesta se concretará en que quien encabece la lista socialista sea Patxi López, con quien tiene una relación muy cercana.

Cuando se convoquen las próximas elecciones generales, previsiblemente López ya no será ‘lehendakari’ y estará disponible. Mientras, lo ha colocado en su nueva ejecutiva.

Las heridas de Andalucía

La batalla por la secretaría general ha dejado heridas en buen número de federaciones, singularmente en las que mayoritariamente se decantaron por Carme Chacón, como es el caso de Andalucía, y también en Madrid.

Rubalcaba ha intentado taponar el boquete de Andalucía con el nombramiento de José Antonio Griñán como presidente del PSOE, a pesar de su decidido alineamiento con Chacón. Se trata de cerrar heridas en la federación más numerosa, pero sobre todo de afrontar las elecciones autonómicas de marzo con una apariencia de unidad porque el propio Rubalcaba se juega mucho en esos comicios.

El nuevo secretario general ha repetido lo que ya hizo Zapatero, que fue elegido sin los apoyos andaluces pero nombró presidente a Manuel Chaves.

El partido no quiere cambios

Una de las lecturas del resultado del 38 congreso es que el PSOE, o al menos los actuales cuadros directivos, no están por las ‘aventuras’. La victoria se Rubalcaba se interpreta como el deseo de ahorrarse innovaciones como las que propugna Carme Chacón. Han preferido la seguridad.

Una muestra de esa deriva es que los delegados votaron en contra de la propuesta que exigía que el secretario general sea designado por elección directa de los militantes, que era la enmienda que mayor expectación había levantado. Rubalcaba se había mostrado partidario de explorar nuevas vías de participación democrática de los militantes, pero no se había decantado por modificar el sistema de elección a través de delegados actual.

La propuesta era también apoyada por el movimiento Bases en Red y contaba con una enorme corriente de simpatía por gran parte de las bases del partido.