Empiezan los codazos entre los diplomáticos por hacerse con los destinos más ambicionados: Nueva York, San Francisco y Miami
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ya ha hecho disponible la lista de destinos libres que pueden solicitar los diplomáticos de carrera. Este año, el proceso de provisión de puestos, conocido como “bombo”, va a estar más reñido que nunca.
En el “bombo”, los diplomáticos, según su escala administrativa, pueden postularse a diversos puestos, siguiendo un orden de preferencia en la manifestación de sus deseos. A fin de lograr uno de los puestos ambicionados, el diplomático ha de contemplar con realismo su situación interna en el Ministerio, el balance de sus años pasados en el extranjero y años pasados en España, los años que lleva en su puesto actual, el área geográfica o intelectual en que tiene mayor experiencia, etc.
Realizado este análisis, el diplomático cuenta con una serie de instancias intermedias –la Junta de la Carrera Diplomática, ante todo-, que le asesoran en la elección de destino y vías de negociación, al tiempo que también interceden por su causa ante la Subsecretaría del Ministerio, encargada, bajo supervisión del ministro Moratinos, de cubrir los puestos.
Conforme al calendario habitual, estos días se ha hecho pública la lista de destinos disponibles. Comienza ahora la época de intensa negociación de cada diplomático con voluntad de cambiar de destino, hasta que las designaciones sean firmes en torno al 20 de abril.
En el listado actual, según fuentes diplomáticas consultadas por El Confidencial Digital, destacan puestos en lugares tan ambicionados como los consulados de Miami, San Francisco y Nueva York.
En cuanto a las embajadas disponibles, estas siguen un cauce distinto de provisión, por ser del Consejo de Ministros la competencia de nombrar embajadores. Lo peculiar de este año es que, por mor de la Presidencia Española de la Unión Europea, los embajadores seguirán en sus puestos hasta el fin del turno semestral, pese a que sus competencias como embajadores del país que ostenta la presidencia de turno hayan quedado muy disminuidas en aplicación del Tratado de Lisboa.
Como fuere, para este año se espera que queden libres embajadas como la de París o la representación permanente ante la Unión Europea, así como otras embajadas –Rabat- en la que sus titulares llevan un número de años insólito en el cargo (de seis a ocho). Los embajadores en dichos destinos, por la confianza política que merecen y su carrera administrativa, serán previsiblemente destinados también a otros destinos de prestigio.
Este año, además, se cubrirán los puestos para la nueva diplomacia de la Unión Europea, y se estrenará un nuevo procedimiento –presentación de ternas- para la elección de embajadores.
