En Exteriores sigue la maldición de los asesores de prensa: Moratinos se desprende del tercero en cinco años

Sanmartín es el tercer asesor de prensa y comunicación que tiene Moratinos en sus casi cinco años como jefe de la diplomacia. Antes de él pasaron por ese puesto Begoña Quesada, una periodista de Reuters que acabó como jefa de relaciones internacionales de la Fundación Príncipe de Asturias, y Miguel Molleda, corresponsal diplomático de RNE, y que estuvo junto al ministro los dos últimos años de la anterior legislatura.

Sanmartín se encontró al inicio de la actual legislatura en la misma situación por la que pasaron Quesada o Molleda antes que él: el aislamiento más absoluto de parte de los diplomáticos.

Los funcionarios de la OID, antes Oficina de Información Diplomática, hoy llamada Dirección General de Comunicación Exterior, siempre han tratado de poner una mordaza a los asesores de prensa que venían de fuera, con el argumento de que la política informativa sólo debía estar en manos de diplomáticos.

Según le cuentan a El Confidencial Digital en fuentes del ministerio, tras un período de relativa calma con Manuel Cacho, anterior director de la OID y hoy embajador español en Cuba, la llegada de Julio Albi en sustitución de Cacho dejó a Sanmartín sin cometidos específicos.

Además, el ministro se ha caracterizado estos últimos años por rehuir en todo lo posible sus contactos con la prensa. “Yo no trabajo para buscar una noticia al día”, ha insistido a cada uno de estos asesores, cada vez que le pedían una mayor visibilidad pública.

Tras esta última salida, la pregunta que se hacen en Exteriores es si no sería mejor que el cargo quedase vacante definitivamente.