Inquietud en el Gobierno por las idas y venidas de Aminatu Haidar: se teme una nueva crisis como la de la huelga de hambre
El Gobierno teme que las idas y venidas de Aminatu Haidar vuelvan a irritar a la administración marroquí, pese a la buena sintonía actual en las relaciones entre España y Marruecos.
Según fuentes gubernamentales consultadas por El Confidencial Digital, la situación jurídica de la activista saharaui Aminatu Haidar no es distinta a la situación que tenía previa a su denegación de entrada en Marruecos en noviembre de 2009. Dicha denegación de entrada tuvo como consecuencia su expulsión a España y su huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote.
Ahora, el Gobierno de España teme que los viajes de la activista saharaui vuelvan a propiciar una denegación de entrada en territorio marroquí. Y lo cierto es que estos viajes de Haidar, según las fuentes consultadas por El Confidencial Digital, se van a multiplicar, sean viajes por motivos médicos o para recoger el creciente número de galardones internacionales que Haidar está cosechando tras haber acaparado más atención mediática que nunca en el otoño-invierno de 2009. La expulsión de Marruecos, cabe recordar, ocurrió precisamente tras la entrega de un premio “al coraje civil” en EEUU.
El problema que mantiene la inquietud en el seno de las autoridades españolas es que, si bien ahora las relaciones bilaterales con Marruecos son excelentes –gracias en parte al creciente entendimiento entre el país magrebí y la Unión Europea-, con Haidar puede volver a estallar el problema en cualquier momento. Meses después del Caso Haidar, el Gobierno español ya reconoce que se trató de una “crisis” con Marruecos, solventada tan sólo –como recordó el entonces embajador, O. Azziman- precisamente por la base previa de unas buenas relaciones bilaterales.
