Su actual hoja de ruta es actuar justo al revés de lo que aplicó tras el 20-D

Pedro Sánchez está haciendo de Mariano Rajoy

El viaje a Mojácar y la presencia en el FIB de Benicàssim esconden una estrategia: ha decidido mantenerse en silencio, esperar, y que se quemen los demás, también de su partido

Pedro Sánchez, en el último Comité Federal.
Pedro Sánchez, en el último Comité Federal.

Desde las elecciones del 26-J, Pedro Sánchez solo ha comparecido ante los medios una vez. Fue en la rueda de prensa posterior a su entrevista con Mariano Rajoy. Un silencio informativo que coincide con la escapada por sorpresa a Mojácar y con su presencia en el FIB de Benicàssim, que se conocieron posteriormente. Un sorprendente modo de actuar que, sin embargo, esconde una estrategia de fondo.

Según cuentan a El Confidencial Digital dirigentes del PSOE muy próximos a Sánchez, el secretario general se ha auto-impuesto una táctica de silencio ante los medios, que piensa mantener en las próximas semanas, es decir, en el periodo decisivo para la formación de Gobierno.

En Ferraz se responde públicamente que “ahora el PP y Rajoy son los protagonistas”, para justificar ese comportamiento, pero las razones son otras.

Actúa como Rajoy...

El líder socialista, que en los dos últimos años había apostado por una exposición máxima, ha decidido ahora mantenerse a la expectativa, dejando que “hablen todos”, y esperar su oportunidad sin desgastarse. Tanto para, llegado el caso, intentar formar gobierno, como también para afrontar el próximo congreso del PSOE con opciones reales de mantenerse al frente del partido.

Desde el equipo más cercano a Sánchez comparan la nueva estrategia del secretario general con la llevada a cabo, históricamente, por Mariano Rajoy: “Él siempre se ha mantenido callado esperando a que sus rivales cayeran. Tras el 20-D, hizo lo mismo. Ahora nos toca a nosotros hacer de Rajoy”.

Así, el objetivo de Ferraz es dejar abierto cualquier escenario de cara a la formación de Gobierno, pero sin dar lugar a especulaciones que perjudiquen al líder del partido. Para conseguirlo, Sánchez ha sido ambiguo en varias de las respuestas que dio hace una semana durante su única rueda de prensa en el Congreso. Y, además, no ha dudado en realizar “escapadas” sonadas, como la de Mojácar y al FIB.

Esos viajes son calificados por los colaboradores de Sánchez como un gran “golpe de efecto”, ya que todos (periodistas, compañeros de partido e incluso Rajoy) “esperaban su rendición tras el 26-J y él, lejos de someterse a las presiones para abstenerse, se ha mantenido firme y se ha alejado de las negociaciones de Madrid”.

Consideran que la escapada a Mojácar, la semana después de las elecciones fue un “acierto”, y que su posterior presencia en el FIB de Benicàssim “lo ha sido aun más”, porque lo hizo después de aclarar, tras la reunión con Rajoy, que el PSOE estaría fuera de cualquier pacto de Gobierno con el PP.

...para que se quemen los demás

Esa forma de actuar, explican desde Ferraz, está provocando que “sean otros los que hablen... y también se quemen”.

Una afirmación que no solo hace referencia a Rajoy y a otros cargos del PP: “También hay varios del PSOE que están quedando retratados”, se escucha en el entorno del secretario general.

 

El equipo de Pedro Sánchez no duda en apuntar directamente a Susana Díaz: “En las  últimas semanas se ha retractado ya dos veces. Primero apostó por la abstención, luego por facilitar el Gobierno si éramos la única opción, y, por último, intentando abanderar un ‘No’ a Rajoy en el que nunca ha creído. Ahora, está más callada que nunca”.

La sevillana, sin embargo, no es la única que ha quedado en mal lugar en las últimas semanas, en opinión de la actual ejecutiva del PSOE. En Ferraz se habla de un buen número de "meteduras de pata” de otros dirigentes, y ponen como ejemplo el giro de 180 grados protagonizado por Javier Lambán en apenas 6 meses.

El presidente de Aragón ha pasado de defender un gobierno con Podemos tras el 20-D a asegurar que a la balear Francina Armengol le había “afectado la tramontana a la cabeza” por plantear lo mismo después del 26-J. Un cambio de discurso que revela “una estrategia de algunos que solo quieren posicionarse de cara al próximo congreso nacional”.

El por qué de la nueva estrategia

El congreso, en el que se elegirá al próximo secretario general del PSOE, y los movimientos que se están produciendo de cara a esa cita, son la razón principal por la que Pedro Sánchez ha decidido mantenerse en silencio.

Las fuentes consultadas explican que, al día siguiente del 26-J, “ya empezamos a detectar en el partido cambios de bando y de discurso y el interés creciente de muchos por que Pedro planteara una abstención, para hablar de rendición y precipitar el congreso”. Por ese motivo “decidimos esta nueva estrategia”.

Colaboradores muy cercanos al secretario general aseguran: “Nosotros siempre apostábamos por hablar, y quizá nos precipitamos tras el 20-D y quedamos muy expuestos. Ahora hemos optado por lo contrario. Y nos está yendo bien, porque son otros los que se muestran nerviosos”.


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