Rajoy tiene listo el discurso de investidura y no hará sangre con el PSOE
Va a tender la mano a los socialistas y anunciará varias medidas de impacto que quiere aprobar mediante consenso
Rajoy acude este martes a la ronda de consultas con el rey con el discurso que protagonizará durante su investidura prácticamente cerrado. La principal diferencia con el que llevó al Congreso el pasado mes de agosto es que rebajará su tono bélico con el PSOE y, de hecho, tenderá la mano a los socialistas para lograr acuerdos.
Según explican a El Confidencial Digital fuentes gubernamentales, Rajoy reconocerá el cambio dado por el PSOE en las últimas semanas y calificará como “responsable” la abstención fijada por los socialistas en el Comité Federal celebrado el pasado fin de semana.
En ese sentido, el presidente en funciones abandonará, en este discurso de investidura, la línea dura llevada contra el PSOE hasta ahora en el Parlamento. Un cambio en el tono que desde Moncloa y el PP relacionan con la marcha de Pedro Sánchez: “Con él, el diálogo era imposible porque su objetivo era el bloqueo. Ahora las cosas son diferentes”.
De hecho, Rajoy ha transmitido a los suyos que “no hará sangre” con la situación por la que atraviesa el principal partido de la oposición e, incluso, tenderá la mano a los socialistas para que se sumen a las principales reformas que quiere llevar en este inicio de legislatura.
Anuncios sorpresa
Algunas de esas reformas, además, pueden ser anunciadas por el propio candidato en su discurso de investidura. Desde su equipo de colaboradores anticipan que habrá “anuncios sorpresa” durante la alocución del presidente en funciones.
En concreto, Moncloa afirma que Rajoy presentará una serie de “medidas de impacto”, y “sociales” con el objetivo de que puedan ser negociadas, y posteriormente aprobadas, por los principales partidos de la Cámara, con PSOE y Ciudadanos al frente.
Esta fórmula de anunciar una serie de medidas al arranque de la legislatura ya la empleó Rajoy en el debate de investidura posterior a las elecciones de 2011 y también en diversos debates sobre el estado de la nación. Una estrategia que volverá a repetir en un discurso donde dará mucha importancia a la necesidad de “consenso” y “diálogo”.
