Un ataque de celos de Puigdemont con Junqueras bloquea la investidura

“Bolaños se lo ha dado todo a Esquerra”: la llamada indignada de Jordi Turull a Santos Cerdán

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont
  1. ERC se vende a Sánchez
  2. Un “ataque de celos”
  3. Una carrera permanente
  4. No parecer ahora un “vendido”
  5. Puigdemont se resiste a una reunión
  6. Exprimir al máximo la negociación
Félix Bolaños y Oriol Junqueras sellan el acuerdo entre el PSOE y ERC para investir a Sánchez.
Félix Bolaños y Oriol Junqueras sellan el acuerdo entre el PSOE y ERC para investir a Sánchez.

Las negociaciones entre PSOE y Junts continúan en Bruselas con la vista puesta en un acuerdo inminente, pero aún no cerrado. Carles Puigdemont mantiene en vilo el acuerdo de investidura con los socialistas, consciente de que sus conquistas deben ser vistas por los suyos como mucho más rotundas que las logradas por Oriol Junqueras.

Fuentes de la negociación han explicado en varios medios en las últimas horas que los “atascos” se encuentran en “cuestiones técnicas de la ley de amnistía” que se deben verificar para que el texto legal no tenga fisuras por las que pueda ser atacado.

El pacto parecía casi cerrado el jueves pasado, pero la negociación se está alargando. El secretario general de Junts, Jordi Turull, y el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, regresaron el domingo a Bruselas para continuar con las conversaciones.

También se encuentra allí el número tres del PSOE, Santos Cerdán. Jaume Asens, negociador principal de Sumar con la formación de Puigdemont, aseguró este lunes que se está “afinando la letra pequeña” en la ley sobre la amnistía “para que los jueces no tengan la tentación de suplantar al legislador”.

“No veo ningún obstáculo importante para que el acuerdo se pueda firmar en las próximas horas”, declaró Asens en RNE.

ERC se vende a Sánchez

Sin embargo, fuentes muy próximas a las conversaciones admiten a Confidencial Digital que Carles Puigdemont ya tenía el pasado jueves lo que quería: parecer distinto al partido de Oriol Junqueras.

La foto del socialista Santos Cerdán en Bruselas bajo un cuadro del referéndum ilegal del 1-O era el broche que Puigdemont necesitaba para vender a sus bases que ellos no son unos “vendidos” como Esquerra, sino los verdaderos garantes de la causa independentista.

Un “ataque de celos”

Así, Junts venía presumiendo en los últimos días de que ellos “cobran por adelantado”, a diferencia de una ERC a quien le atribuían lo de venderse “a cambio de nada”.

Pero el PSOE cerró el jueves con los republicanos un pacto que fue refrendado por sus bases el viernes y del que Oriol Junqueras no ha dejado de sacar pecho desde entonces. Puigdemont cayó entonces en la cuenta de que, el día después de la investidura, en Cataluña se le medirá con Junqueras por quién ha obtenido un mejor acuerdo.

 

Según las fuentes consultadas por ECD, el secretario general del partido de Puigdemont, Jordi Turull, telefoneó entonces indignado a Santos Cerdán, por orden del expresident, reprochándole que “Bolaños se lo ha dado todo a Junqueras”.

Aseguran que Carles Puigdemont vio el entendimiento con el líder de Esquerra como una afrenta o, al menos, como una buena ocasión para “sacar mayor tajada a los socialistas”. “Cuanto el pacto estaba a punto de firmarse, la foto ni más ni menos que de un ministro (Félix Bolaños) con Junqueras le provocó un verdadero ataque de celos”, revelan dirigentes de Junts.

Además, Junqueras había arrancado a un miembro del Gobierno de España cuestiones de tipo material o competencial, con dos conquistas principales como son el traspaso de Rodalies y la condonación del 20% de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) de la Generalitat.

A la espera de ver la letra pequeña que se cierre con Puigdemont, el expresident valoró que el acuerdo suscrito por los republicanos tiene más alcance que cualquiera de los que Esquerra cerró durante la pasada legislatura y es la primera vez desde el inicio del ‘procès’ que la Generalitat amplía sus competencias o alivia de forma importante su situación financiera.

Una carrera permanente

El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha descalificado ante los suyos el pacto de ERC sobre Rodalies, que considera que aún deja al Estado demasiado control sobre la red ferroviaria.

Mientras tanto, Esquerra ha hecho todo lo posible por apuntarse como propios los avances en la ley de amnistía que el PSOE ha negociado también con Junts.

No parecer ahora un “vendido”

Las mismas fuentes explican que “Puigdemont quiere investir a Pedro Sánchez y volver a la gobernabilidad, pero sin que se note”.

Argumentan que existen dos motivos que explican esa posición. En Cataluña, cada vez más votantes afines a la independencia creen que sus partidos no sirven para nada, ni para la independencia, ni tampoco para mejoras tangibles. En cambio, los indultos dejaron a ERC hundida electoralmente, al ser vistos como una medida de gracia para las “élites”.

Por ello, afirman, “a Puigdemont no le bastan ahora unos indultos como los de Junqueras, sino que quiere algo lo más parecido a un perdón general a todas las causas”. No pide un “relator” sino un “verificador de los acuerdos”.

El propio líder de Junts fue muy crítico con la “mesa de diálogo” de ERC, aunque el PSOE ya le respondió que no aceptaría la autodeterminación, y, aun así, el partido de Puigdemont ha seguido negociando.

En el entorno del ex president admiten que los principales reproches que Carles Puigdemont teme de sus bases después de la investidura son los siguientes: “No os he votado para que hagáis presidente a Sánchez” o “Sois otros vendidos como Esquerra”.

Puigdemont se resiste a una reunión

Las negociaciones, según fuentes conocedoras de las conversaciones, son constantes, pero no ha habido aún una nueva reunión presencial entre Cerdán y Puigdemont.

La última vez que se vieron -y oficialmente la primera- fue hace justo una semana, el lunes pasado, cuando confirmaron las negociaciones con una fotografía juntos en las salas que Junts tiene en el Parlamento Europeo, donde Carles Puigdemont y Toni Comín son eurodiputados desde 2019.

Exprimir al máximo la negociación

Según las fuentes consultadas, la versión oficial que se traslada a los medios es que las negociaciones siguen centrándose en “cuestiones técnicas” de la ley de amnistía que los juristas de una y otra parte están revisando con lupa para que no haya fisuras.

En cambio, dirigentes de Junts reconocen en privado a ECD que Puigdemont quiere poder exhibir ante los suyos un acuerdo “histórico”, difícil de reprochar incluso para los independentistas más convencidos, y que se aleje de los pactos que ERC ha firmado con Sánchez durante la última legislatura.

Por si fuera poco, busca distanciarse, también en el tiempo, para poder vender en solitario el pacto y exprimir al máximo la negociación.

Aunque se considera inminente un acuerdo, nadie se atreve a afirmar que este se vaya a producir en las próximas horas y dan a entender que las conversaciones podrían extenderse también este martes, lo que deja por ahora sin fecha la investidura de Sánchez.

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