Un choque Iglesias-Errejón por Irene Montero dificultó hasta el último minuto el acuerdo Sumar-Podemos
El líder de Más País condicionó la entrada de su partido en la coalición a que la ministra de Igualdad no ocupase puestos de salida en la lista por Madrid
- Choque frontal Iglesias-Errejón
- Entrar en la lista por Madrid
- Montero es una “figura abrasada”
- “Humillar” a Irene Montero
- Presiones del PSOE para el acuerdo
Con el agua al cuello se resolvió la agónica negociación entre Podemos y Sumar para concurrir juntos a las elecciones generales. La incertidumbre y la tensión fueron las protagonistas de las últimas horas. Podemos apretó para salvar a Irene Montero en las listas electorales, pero se encontró con la cerrazón total de Íñigo Errejón.
Ambos grupos tenían hasta la medianoche del viernes para llegar a un acuerdo, para el que el principal escollo eran los puestos de salida que podían ocupar representantes de Podemos, después de que Compromís y Más Madrid ya hubieran anunciado un acuerdo definitivo para integrarse en Sumar.
Horas antes, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, había declarado que no aceptaba, ni el “veto” a la presencia de Montero en las listas electorales, ni los puestos ofrecidos por el equipo negociador de Yolanda Díaz. Unos puestos que Podemos veía insuficientes porque, según su análisis, podrían dejar al partido fuera del Congreso de los Diputados la próxima legislatura.
Choque frontal Iglesias-Errejón
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes inmersas en las negociaciones, un choque frontal de Pablo Iglesias con Iñigo Errejón por la presencia o no de la ministra de Igualdad en la papeleta por Madrid fue uno de los principales pulsos que dificultó hasta el último minuto el acuerdo Sumar-Podemos.
Ha sido una de las batallas soterradas que enturbiaron las conversaciones, porque Iglesias y Errejón lo convirtieron en un enfrentamiento personal, según las mismas fuentes, pese a que la denuncia que el ex líder de Podemos había lanzado hace unos días era que el escollo se encontraba en la Comunidad Valenciana por el veto de Compromís.
Incluso, la cúpula de la formación morada llegó a ofrecer públicamente presentarse en solitario en esa región, para hacerlo junto a Sumar en el resto de España.
Entrar en la lista por Madrid
ECD ha podido confirmar, en cambio, que una de las principales batallas que dificultó el acuerdo Sumar-Podemos fue el veto cerrado del líder de Más País a que Montero ocupase puestos de salida en la lista por Madrid.
La ministra de Igualdad siempre ha concurrido a las elecciones por la circunscripción de Madrid, la lista más emblemática de las que se tienen que presentar y que encabezará Yolanda Díaz.
El líder de Más País condicionó la presencia de su partido en la coalición a que la ministra de Igualdad no ocupase puestos de salida en la lista por Madrid, según fuentes próximas a las conversaciones.
Montero es una “figura abrasada”
Las fuentes consultadas aseguran que Errejón hizo valer el peso electoral de Más Madrid para justificar su plante.
Argumentó que la formación que lidera Mónica García ha dado por segunda vez el ‘sorpasso’ al PSOE en las últimas elecciones autonómicas, que Podemos ha quedado fuera tanto de la Asamblea como del Ayuntamiento de la capital, y que Más Madrid es ahora “quien manda en la izquierda” en la región.
En el entorno de Errejón consideran, además, a la número dos de Podemos una “figura abrasada”, más aún después de que el Tribunal Supremo haya sentado doctrina avalando el grueso de las rebajas de penas a cientos de violadores.
“Humillar” a Irene Montero
Con esos condicionamientos, Errejón obligó a su ‘socia’ Yolanda Díaz a alargar los plazos de la negociación, casi hasta el último minuto. Algunos dirigentes de la izquierda sostienen que ha sido una manera de “humillar” a la ‘lideresa’ de Podemos.
Aseguran que se trata de una respuesta del líder de Más País a las condiciones que está imponiendo Irene Montero a los negociadores de Sumar y, a su vez, una venganza personal tras su abrupta salida de Podemos, cuando la hoy ministra de Igualdad se convirtió en número dos del partido, el puesto que ocupaba él antes de romper con Iglesias.
Desde hace días, todo parecía indicar que se iba a llevar hasta el último minuto la negociación, como finalmente ha ocurrido, algo que en la historia de Podemos es incluso habitual.
No es la primera vez que Pablo Iglesias tensa la cuerda hasta el final. En 2019, por ejemplo, propuso, durante la misma investidura, un pacto a Sánchez para desbloquear el Gobierno, y hubo repetición electoral.
En otras negociaciones, ese método obligó a Iglesias a recular. Ocurrió, por ejemplo, en Galicia durante su confluencia con las Mareas. Entonces, Iglesias cedió a las formaciones locales el control de las listas. Yolanda Díaz formaba parte de aquel pulso y recuerda esa derrota.
Presiones del PSOE para el acuerdo
En el partido morado coinciden en que Podemos ha conseguido ganar tiempo en las últimas horas, a la que vez que sostienen que la consulta a la militancia sirvió para proteger a la dirección nacional, decidiera lo que decidiera respecto a la coalición con Sumar.
La mayoría de los dirigentes consultados por ECD defienden que la consulta resultó útil en la línea de preparar el terreno para una posible ruptura con la plataforma de Díaz, y concurrir en solitario a los comicios de julio.
Otros dirigentes del partido morado, en cambio, hablan de “presiones” por parte del PSOE para llegar al acuerdo, con posibles contrapartidas ocultas para que Irene Montero diera un paso al lado y Pablo Iglesias tragase el sapo de la derrota.
