Operación de Feijóo para colocar a Cuca Gamarra en el Congreso en lugar de Armengol

Trata de forzar la salida de la presidenta por el ‘caso Koldo’ y negocia un apoyo del PNV que le garantice la mayoría para lograr la presidencia de la Cámara

La presidenta del Congreso, Francina Armengol.
La presidenta del Congreso, Francina Armengol.

Alberto Núñez Feijóo ha dado orden de elevar la ofensiva contra Francina Armengol y el PSOE en un momento en que la escalada de tensión entre los dos principales partidos del país ha llegado a máximos. El objetivo de esta operación es colocar a Cuca Gamarra sustituyendo a la actual presidenta del Congreso.

El PP anunció este martes que llamará a declarar al ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, en la comisión de investigación del senado sobre el caso Koldo, después de que el exasesor del exministro de Transportes José Luis Ábalos declarase en una entrevista en El Mundo que Torres fue su “interlocutor” en el Gobierno de Canarias para la compra de mascarillas por parte de los empresarios de la trama.

El lunes, Génova ya había anticipado que pediría también la comparecencia de la presidenta del Congreso, Francina Armengol.

Forzar la salida de Armengol

Según explican a Confidencial Digital altos cargos de la dirección nacional del PP, Feijóo ha ordenado “no parar hasta que Armengol dimita por su relación con el ‘caso Koldo’”, la presunta trama de corrupción en el Ministerio de Transportes durante la etapa de José Luis Ábalos.

En Génova no se pasa por alto lo que se ha conocido en las últimas horas. El propio Koldo admite a las claras en la entrevista al diario El Mundo que habló directamente con el equipo de Armengol cuando se encontraba al frente el Govern balear.

Investiga la Fiscalía europea

También se tiene en cuenta que el Govern balear está siendo investigado por la Justicia. Se destaca que la Fiscalía europea se ha hecho cargo del caso porque esas mascarillas fueron pagadas con fondos europeos.

“Pagó mascarillas inservibles y acabó costeando los Ferraris de la trama”, resaltan en el equipo de Feijóo, donde añaden que no se dio la opción de que otras empresas participaran en el concurso para traer las mascarillas.

Buscar un nuevo presidente

Según las fuentes consultadas por ECD, esta ofensiva obedece a una operación impulsada por Feijóo para colocar a la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, en la presidencia del Congreso de los Diputados en lugar de Armengol.

El reglamento de la Cámara Baja establece en el artículo 38 que habría que elegir un nuevo presidente con nuevos candidatos. “Las vacantes que se produzcan en la Mesa durante la legislatura serán cubiertas por elección del Pleno”, dice el texto.

 

Es decir, que si Francina Armengol dimite, los diputados deberán votar para nombrar a un nuevo presidente. “En la elección de Presidente, cada Diputado escribirá sólo un nombre en la papeleta. Resultará elegido el que obtenga el voto de la mayoría absoluta de los miembros de la Cámara. Si ninguno obtuviera en primera votación dicha mayoría, se repetirá la elección entre los que hayan alcanzado las dos mayores votaciones y resultará elegido el que obtenga más votos”, reza la norma.

Asimismo, en caso de empate, “se celebrarán sucesivas votaciones entre los candidatos igualados en votos hasta que el empate quede dirimido”.

Negocia los votos del PNV

Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD explican que Génova negocia ya los votos del PNV que le garantizarían la mayoría para lograr arrebatar la presidencia del Congreso al PSOE.

Planea una alternativa y presentar a Gamarra como candidata a ocupar el puesto y ganar una votación en la que solo necesita la abstención de los nacionalistas vascos.

Con todos los apoyos sumaría 177 escaños frente a los 173 del bloque progresista: PP (137), Vox (33), PNV (5), CC (1) y UPN (1).

Volver a negociar los apoyos

Al igual que ocurrió con el nombramiento de Armengol, el pasado mes de agosto, el PSOE tendría que volver a negociar para conseguir la mayoría suficiente y así conservar el puesto.

Tan precaria es la situación de los socialistas, en lo que se refiere a sus apoyos parlamentarios, que en Moncloa y Ferraz no descartan que tuviera más respaldo la candidatura que propusiese el PP si a Sánchez no le quedase más remedio que ser “coherente” con el principio de “limpieza” que se atribuye y forzar la salida de la presidenta del Congreso.

Por eso Armengol se ha situado para los populares en el primer puesto de la lista de piezas a cobrarse, frente al resto de nombres que han ido apareciendo por algún tipo de relación con las comisiones en pandemia por las mascarillas y las operaciones de la empresa vinculada a la mano derecha de Ábalos.

Contrariedad del PNV

Con la precampaña electoral ya iniciada en Euskadi, y casi mes y medio después de que saltara la supuesta trama de mordidas conocida como ‘caso Koldo’, el PP se propone presionar al PNV, subrayando la “contrariedad” de su postura con la corrupción, en función de quién la cometa.

Con el caso Koldo no dice ni mu”, señalan en Génova con respecto al presunto caso de corrupción que afecta al PSOE. A lo que añaden que, en cambio, el mismo partido nacionalista apoyó la moción de censura contra el expresidente Mariano Rajoy que en 2018 estaba envuelto en la trama Gürtel.

“Dijo que por cuestiones éticas no podía apoyarle y se le iba a tachar de encubridor”, enfatizan en la dirección popular, cuyo objetivo principal en las próximas elecciones vascas es ser la alternativa a “la radicalidad de PNV que ha llevado a Euskadi a la decadencia”.

Una bomba de relojería

En el PSOE es conocido que el exministro de Transportes presumía con desparpajo de su estrecha relación con el PSOE de Baleares, hasta el punto de que daba a entender que siempre tenía una “pata allí”, y esta relación de confianza mutua entre Ábalos y la expresidenta de Baleares, hoy al frente del Congreso, se ve en las filas socialistas como una bomba de relojería, de graves consecuencias si llega a estallar.

En Moncloa y en la bancada socialista se han encendido las alarmas sobre la evolución de la situación de Armengol porque hoy “es la pieza más inestable”. Y si cae, los efectos políticos serían devastadores: “No seríamos capaces, tal y como están las cosas, de volver a sumar el apoyo de todos los partidos de la mayoría progresista para poner al frente de la Cámara Baja a otro nombre nuestro”, admiten a ECD fuentes de la dirección socialista.

Que Ábalos tire de la manta

La estrecha relación con Armengol de la que presumía Ábalos, como también se ufanaba de lo mismo respecto al PSOE canario, hace temer a los socialistas que se abra la caja de Pandora de las ramificaciones autonómicas del ‘caso Koldo’ y que se active también la “información” que puede utiliza a su favor el exministro, que, como ha venido insistiendo en las últimas semanas, se siente injustamente tratado por la dirección socialista.

Armengol carga sobre sus espaldas con la decisión de haber ocultado la estafa al Gobierno balear de, al menos, 2,6 millones de euros, por parte de la empresa vinculada al ayudante de Ábalos, Koldo García.

Esa compra no fue acompañada de un expediente correcto, lo que puede intentar justificarse en que se “apagaron” todos los controles por la pandemia. Pero resulta que, además, las mascarillas adquiridas no eran FFP2, sino quirúrgicas, mucho más baratas y de peor calidad, y Armengol “tragó” con el engaño y no firmó la reclamación del dinero estafado hasta tres años después, cuando ya estaba en funciones y antes de que accediera a la Presidencia de Baleares la popular Marga Prohens.

Armengol lo sabía

Armengol formalizó la reclamación del dinero cuando iba a perder el control del Gobierno autonómico, y en el PSOE temen que la investigación llegue a probar que Koldo García usó su influencia, en nombre de Ábalos, en favor de la empresa de la que cobraba las mordidas para que no tuviera que ejecutar la devolución del dinero.

La presidenta del Congreso no ha dado ninguna explicación sobre por qué ocultó durante años la estafa de la trama, más allá de mostrarse escandalizada y sorprendida por una información de la que, según la documentación incautada, ya tenía conocimiento.

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