“La vice Irene Montero me habría montado una bronca con el Open Arms”: el argumento final de Sánchez contra un Gobierno PSOE-Podemos
El presidente ha comentado a su equipo que la coalición hubiera provocado “una gran fractura en el Consejo de Ministros” y que le indignó que se comparara a Carmen Calvo con Salvini
La negativa de Pedro Sánchez a conformar un gobierno de coalición mantiene encalladas las conversaciones para la investidura. Pero el presidente en funciones ha cerrado definitivamente las puertas del Ejecutivo a Podemos tras analizar este agosto con su equipo la posición del núcleo duro de Pablo Iglesias en la crisis del Open Arms.
Así lo reconocen a Confidencial Digital personas cercanas al entorno de Sánchez, con quien el líder del PSOE ha compartido su análisis en las últimas semanas.
El presidente en funciones ha admitido en privado que cuando estalló la crisis “respiró aliviado” por el resultado de la investidura. La presencia de miembros de Podemos en el Gobierno en ese momento hubiera visualizado “la primera gran fractura en el Consejo de Ministros”.
Aseguran que llegó entonces al convencimiento de que, de haberse formado Gobierno a finales de julio, la dura posición de una hipotética vicepresidenta Irene Montero sobre la gestión de la crisis del Open Arms le hubiera dejado en mal lugar, incluso quedando prácticamente desautorizado.
“La bronca de la vice Irene Montero”
Hasta el punto de que, según ha podido conocer ECD por fuentes socialistas, el argumento definitivo que ha trasladado Sánchez a destacados dirigentes del PSOE para rechazar un Ejecutivo con Podemos está vinculado con Montero. “La vice Irene Montero me habría montado una buena bronca con el Open Arms”, ha sentenciado.
En Moncloa recuerdan que el nombramiento de la número dos de Podemos fue en su momento una “condición sine qua non” de Pablo Echenique, simplemente para sentarse a negociar con Carmen Calvo.
De ahí que Pedro Sánchez insista en los últimos días (lo hizo públicamente por primera vez el pasado domingo en una entrevista en El País) en lo que denomina una “tercera vía”, es decir, la negociación de un programa con Podemos, como fórmula para evitar nuevas elecciones.
Sánchez no quiere ni oír hablar de coalición
Tras la crisis del Open Arms, explican a ECD fuentes que han hablado con el líder del PSOE en los últimos días, “Sánchez no quiere ni oír hablar de esa fórmula ya que, a su juicio, sería más una coalición de gobiernos que un gobierno de coalición”.
También ha transmitido a algunos de sus ministros que la “desconfianza mutua desde entonces es insalvable”, al menos para poder cohabitar en un mismo Ejecutivo.
Podemos, por contra, mantiene la exigencia de un gobierno de coalición en el que en ningún caso Pablo Iglesias estaría sentado en el Consejo de Ministros. Pero la formación morada sí contaría con una vicepresidencia social y tres ministerios: Sanidad, Vivienda e Igualdad, además de las competencias sobre políticas activas de empleo.
Irene Montero desautorizó a Carmen Calvo
En el equipo de Pedro Sánchez no pasan por alto que, pese a encontrarse de baja por maternidad, Irene Montero fue una de las voces más críticas que se alzó contra la vicepresidenta Carmen Calvo. “Si no rectifica, al menos el Gobierno sí debe hacerlo”, reclamó a través de un mensaje en su perfil de Twitter.
La número dos de Podemos adjuntó otro tuit, firmado por la eurodiputada María Eugenia Rodríguez Palop, en el que recordaba que el permiso para rescatar “lo otorga el Derecho Internacional del Mar, no el Gobierno”.
Molesto por comparar a Calvo con Salvini
Otra de las razones que Sánchez ha trasladado a la cúpula del PSOE para rechazar un Gobierno con Podemos es el “maltrato” que sufrió Carmen Calvo por parte del núcleo duro de Pablo Iglesias durante la crisis.
Se ha confesado “profundamente indignado” después de que la formación morada comparara públicamente a su vicepresidenta con Salvini.
Aseguran que le molestó especialmente el calificativo de “Calvini”, que también sublevó a la vicepresidenta. “No me parezco a Salvini. En política se aguantan muchas cosas, pero créame, lo de llamarme ‘Calvini’ ha llegado muy lejos”, reprochó Carmen Calvo a la portavoz de Podemos, Ione Belarra, durante el pleno extraordinario en el Congreso por la gestión del Open Arms.
Se destaca además que la diputada Ione Belarra, “la voz de Irene Montero en el Congreso durante su baja maternal”, difundiera esto en su cuenta de Twitter: “ojalá Calvo hubiera sido la mitad de dura con Salvini de lo que está siendo con el Open Arms y con las personas migrantes”. “Equivocar el enemigo es muy peligroso”, apostilló.
En la misma red social, el diputado de Galicia en Común, Antón Gómez-Reino, insistió: “¿Debemos entender de lo que dice (Calvo) que sugiere que tienen ‘el deber dejarlos morir’? INDIGNA la criminalización (estilo Salvini) de ONG que salvan vidas, la falta de rigor y la ausencia de humanidad”.
Podemos se sumaba así a la ofensiva contra Calvo que había iniciado el director de Proactiva Open Arms, Óscar Camps, quien también comparó a la vicepresidenta del Gobierno en funciones con Matteo Salvini. Se preguntó si “cuando habla Carmen Calvo sobre la actuación de la ONG lo hace ella de verdad o Salvini es el ventrílocuo”.
