Los eurodiputados pasan frío en Bruselas: el Parlamento no enciende la calefacción desde octubre

La medida, diseñada para ahorrar costes, está provocando un número inusual de resfriados y el uso de radiadores en los despachos individuales

Sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.
Sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.

El Parlamento Europeo encomendó el pasado 3 de octubre a los servicios legislativos responsables que evaluaran y, por consiguiente, implementaran medidas adicionales para ahorrar energía, según informa a ECD el equipo asesor del eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas. 

La primera “obligación” fue ajustar la configuración de la temperatura dentro de las oficinas a no más de 19 grados, aunque tal y como explica un trabajador del Parlamento Europeo, “eso es lo que dice la versión oficial, no se está haciendo así”. 

“Lo que sale del aire es una corriente fría”, comenta el joven, que subraya que muchos empleados, y algunos eurodiputados, se han resfriado en diciembre por las bajas temperaturas. Por ello, se ha convertido en algo habitual ver radiadores o calefactores de enchufe en los despachos individuales. 

Adicionalmente, desde el jueves por la noche hasta el lunes por la mañana, y en periodo de vacaciones, se apaga la calefacción “para permitir que el edificio alcance una temperatura mínima fija en invierno”, remite el grupo del eurodiputado Cañas. 

No obstante, tal y como confirman fuentes del Europarlamento, “el frío se nota por algunas zonas en las que no hay calefacción, aunque se puede aguantar”. 

La Eurocámara apaga la luz de los pasillos

El Parlamento Europeo comentó de forma interna a todos sus trabajadores que iban a reducir los niveles de luz en el interior de los edificios, siempre que fuera posible, teniendo en cuenta los requisitos mínimos legales y las consideraciones de seguridad y protección. 

Sin embargo, trabajadores de la Eurocámara confiesan a Confidencial Digital que los pasillos que conducen a los despachos individuales están oscuros. 

“Se nota que ha disminuido el uso de la luz porque al cruzar la puerta y salir al pasillo, está todo mucho más oscuro”, explican, a la par que afirman que “en las zonas principales, lógicamente, no se nota tanto”. 

De cara al verano, el aire acondicionado no podrá estar por debajo de los 25 grados. Además, se aplicará el mismo criterio que para este invierno, es decir, corte de luz y aire desde el jueves por la noche hasta el lunes por la mañana para que en los edificios se alcance una temperatura máxima fija. 

 

La Cámara Europea también ha reducido la iluminación de las fachadas de los 27 edificios que tiene repartidos por Estrasburgo, Luxemburgo y Bruselas.

Una llamada a los cuestores

Los empleados del Parlamento Europeo han mostrado su descontento internamente y piden a los cuestores “que tomen las medidas técnicas necesarias para garantizar una temperatura adecuada en el lugar de trabajo”.

El cuestor es un cargo público europeo encargado de los asuntos administrativos y económicos de los eurodiputados. En total hay cinco cuestores, entre los que se encuentra Anne Sander, que forman parte de la Mesa del Parlamento Europeo, junto con la presidenta, Roberta Metsola, y 14 vicepresidentes.

Los trabajadores son conscientes de que hay que ahorrar energía, tanto antes como después del ataque militar de Rusia contra Ucrania, aunque consideran que el Parlamento Europeo no está garantizando “un confort térmico” adecuado en sus instalaciones de Bruselas y Estrasburgo.

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