Pedro Sánchez lanzó un ultimátum a Félix Bolaños tras el varapalo del Constitucional: “O sales a dar la cara o a casa”

Máxima tensión en Moncloa. Pedro Sánchez obligó a su ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a dar la cara por él sobre la respuesta legislativa que tendrá que dar el presidente a la suspensión por parte del Tribunal Constitucional de la reforma judicial que pretendían sacar adelante PSOE y Podemos.

Por lo pronto, Sánchez ha atribuido a la derecha política y judicial un “burdo complot” para “atropellar la democracia y amordazar al Parlamento”. Pero en La Moncloa y en la dirección del PSOE nunca llegaron a pensar que la estrategia del PP pudiera llegar a triunfar: “No se atreverán”, repetían en el equipo del presidente del Gobierno.

Pero el lunes por la noche ocurrió lo inesperado. “Alberto Núñez Feijóo no ha medido bien lo que ha hecho”, advertían en Presidencia, ante la decisión adoptada por el Constitucional. “La democracia prevalecerá”, afirmaban, reiterando la misma posición que ya había fijado el jefe del Ejecutivo.

El ministro de la Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, fue quien expresó cerca de la medianoche del lunes la reacción del Gobierno. Previamente, habían protagonizado sendas declaraciones institucionales la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y del Senado, Ander Gil.

Ultimátum de Sánchez a Bolaños

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de los contactos que mantuvo el equipo del presidente la noche del lunes, Pedro Sánchez consideró, tras recibir el varapalo del Tribunal Constitucional, que el principal responsable de la estrategia jurídica del Gobierno, esto es, el hombre que ha estado detrás de la iniciativa recurrida ante el TC, era quien “debía dar la cara”. 

Y obligó entonces a Bolaños a cargar con toda la responsabilidad del fracaso de la operación. Exigió que fuese él quien saliera a quemarse dando la cara ante la ciudadanía. A fin de cuentas, pese al discurso victimista que empleó, tenía que salir a asumir que el Gobierno no había actuado de forma correcta y dentro de la legalidad.

“O sales a dar la cara o casa” fue el ultimátum que el presidente lanzó al ministro de la Presidencia nada más conocer el varapalo del TC al Ejecutivo, según las fuentes a las que ha tenido acceso ECD.

Salió con gesto de extrema gravedad

Desde La Moncloa, y con gesto de extrema gravedad y hasta algo desaliñado (sin peinar), Félix Bolaños cargó con dureza contra la decisión del órgano de garantías de paralizar la reforma sobre su propia renovación y su principal instigador, el PP. 

Pero desde la primera frase dejó claro que debe ser acatada. “Con la lealtad institucional que siempre tiene este Gobierno quiero decir que la resolución debe acatarse”, arrancó como primera idea para que quedara claro que el Ejecutivo no iba a abrir ninguna puerta a la rebeldía como planteaban desde algunos sectores de Unidas Podemos. 

En un tono más suave que el de otros portavoces y miembros del Gobierno, Pedro Sánchez compareció ya el día después rematando el mensaje: el Ejecutivo acata, aunque no comparta, la decisión del Constitucional, de la que culpa al PP.

Es el autor de la iniciativa recurrida

Según fuentes de la dirección del PSOE, Bolaños había sido el que había convencido a Sánchez de lanzar una ofensiva final para desbloquear la renovación con una “operación parlamentaria relámpago y supuestamente quirúrgica”, a través de enmiendas incorporadas al proyecto de reforma del Código Penal para eliminar la sedición y rebajar el delito de malversación. 

Aconsejó sacar adelante todos los temas controvertidos a la vez, resueltos en una semana en el Congreso y en otra en el Senado, en los días previos a la Navidad. Pero el PP presentó un recurso, y la mayoría conservadora del TC ha frenado el plan de Moncloa, desatando una compleja y envenenada crisis de poderes del Estado.

Durante 40 años, PSOE y PP han respetado que el contrario pudiera tener mayoría en el Tribunal Constitucional cuando gobernaba y le correspondía nombrar magistrados. Así, se han estado turnando mayorías conservadoras y mayorías progresistas, con tensiones, pero sin ruptura del pacto no escrito.

Ha metido a Sánchez en un berenjenal

En la parte socialista del Gobierno han arreciado en las últimas horas las críticas en privado a la gestión de Félix Bolaños, a quien reprochan directamente haber metido a Sánchez en un berenjenal.

También le acusan de llevar al presidente a romper el consenso porque, tanto el PP como la mayoría del Poder Judicial, consideran que se ha saltado los principios básicos constitucionales para contentar a la mayoría parlamentaria con la que gobierna, que incluye a los partidos independentistas.

Algunos ministros del PSOE responsabilizan asimismo a su colega de la “precipitación e improvisación” que a punto ha estado de costarle al Gobierno la convalidación de otros reales decretos y leyes de gran importancia.

La amenaza de Bolaños al Constitucional

Tampoco gustaron en el PSOE las formas empleadas por el titular de Presidencia en las horas previas a conocerse la decisión del Constitucional.

En un movimiento que se interpretó como una maniobra para presionar a los magistrados, Bolaños insistió un día antes en que no podía imaginar lo que podía ocurrir si el recurso prosperaba, lo cual tendría unas consecuencias “impredecibles”. En su opinión, era una enorme “irresponsabilidad” del PP, que debía retirar el recurso “ya mismo”.

En la parte socialista del Ejecutivo asumen que ese mensaje se entendió en el ámbito judicial como un aviso al Tribunal Constitucional por si decidía admitir el recurso del PP, como finalmente ha ocurrido, que trataba de impedir la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial y del TC mediante una triquiñuela parlamentaria. 

“Unas presiones que después se han vuelto en contra de los intereses del Gobierno”, lamenta en privado a ECD un ministro del PSOE.