El PSOE retrasará la foto con Puigdemont hasta que el Rey encargue la investidura a Pedro Sánchez
El Ejecutivo no se reunirá “formalmente” con representantes de Junts per Catalunya mientras Feijóo sea el candidato a la presidencia del Gobierno
El Partido Socialista no ha permanecido inmóvil estas semanas. Aunque el Rey Felipe VI encargó la investidura al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, el pasado 23 de agosto, tanto en Génova como en Ferraz fueron conscientes de que las posibilidades del dirigente gallego de salir elegido presidente del Gobierno eran escasas. Durante estas semanas, los socialistas han trabajado bajo máxima discreción, pero avanzando en las negociaciones con el resto de grupos parlamentarios, incluido Junts per Catalunya. Sin embargo, no se sentarán "formalmente" con el partido de Carles Puigdemont hasta que el monarca le encargue presentarse a una investidura, según ha podido saber Confidencial Digital de fuentes del Ejecutivo.
La estrategia del PSOE pasa por dejar que los focos apunten a Feijóo durante las próximas semanas para que se evidencie su falta de apoyos. Mientras, perfil bajo, "respetar" el mandato del Jefe del Estado y aguardar el turno de Sánchez.
Retrasar la foto
Los dirigentes socialistas tienen claro que no se van a reunir con Puigdemont antes del debate de investidura de Feijóo, que se celebrará el próximo 26 y 27 de septiembre. A partir de ahí, si la Cámara rechaza al candidato popular, se pone en marcha la cuenta atrás: el Congreso de los Diputados tendrá que elegir un nuevo jefe dle Ejecutivo en menos de dos meses.
Las conversaciones con Junts ya han comenzado. Los votos de los diputados independentistas son imprescindibles para que el PSOE consiga mantenerse en el Gobierno. Sin embargo, las peticiones de Puigdemont el pasado 5 de septiembre han levantado ampollas: el dirigente exigió una ley de amnistía que afecte a todos los encausados por el procès e importantes voces dentro del socialismo como Felipe González, Alfonso Guerra u Odón Elorza la han situado como una línea roja imposible de traspasar.
Sin embargo, en el PSOE están convencidos de que lograrán los 176 votos suficientes para la investidura y llevan semanas hablando con Junts, puesto que Sumar, ERC, PNV o Bildu son formaciones con las que ya se ha venido pactando durante la última legislatura. Desde el Gobierno rechazan posicionarse a favor o en contra de la exigencia de Puigdemont y reiteran que es el momento de Feijóo, pero destacan que no contemplarán ninguna norma que se sitúe fuera de la Constitución: precisamente distintos miembros del Ejecutivo han calificado de "inconstitucional" la amnistía durante los últimos años.
Pero aunque el acuerdo esté lejos de cerrarse, el PSOE da por descontado que tendrá que reunirse "formalmente" con los dirigentes de Junts en el mes de octubre. Una foto que quieren demorar hasta que el candidato a ser investido presidente sea Sánchez. "No nos vamos a reunir formalmente con ellos antes de la investidura de Feijóo", afirman desde el Gobierno a ECD.
Viaje de Yolanda Díaz
La idea que mantienen en Ferraz pasa por evitar reuniones oficiales, como la protagonizada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. La líder de Sumar viajó a Bruselas para sentarse frente a Puigdemont y Toni Comín —conseller de Sanidad durante el 1-O—, acompañada de Jaume Asens, miembro del partido catalán En Comú Podem —aglutinado dentro de Sumar—.
Díaz le dio a Puigdemont una foto que contradice el planteamiento de Ferraz: respetar el turno de Feijóo y mantener contactos discretos, no oficiales porque es el PP quien debe tenerlos. Además, supuso la primera vez que un miembro del Gobierno acudía a visitar al exlíder de Junts, fugado desde 2017 para no hacer frente a los cargos por sedición y malversación —ahora solo la segunda— de los que le acusa la justicia española.
Perfil bajo
Los contactos son un hecho. Los socialistas llevan semanas hablando con el resto de fuerzas parlamentarias del Congreso; todas necesarias para sumar una "mayoría progresista", como la denominan desde el PSOE y Sumar. Esquerra Republicana, EH Bildu y el BNG ya confirmaron —la misma noche electoral— su intención de apoyar a Sánchez y reeditar un Ejecutivo de coalición. El PNV aún no se ha postulado, pero se espera que llegue a un acuerdo sin mayores complicaciones, pues ha venido apoyando las iniciativas del Gobierno los cinco últimos años.
Las negociaciones más arduas son con Junts, que también se ha abierto a apoyar un Gobierno tanto del PP como del PSOE, siempre que cumplan con sus exigencias. Feijóo, que anunció una reunión con Junts, dio marcha atrás en cuanto Puigdemont lo estableció públicamente como una de las cuatro condiciones indispensables para negociar. Los contactos con los socialistas han continuado durante este mes, sin prisa, pero sin pausa, con Félix Bolaños al frente y a la espera de apretar el acelerador cuando fracase la investidura de Feijóo.
Transcurso de las negociaciones
Ferraz tampoco quiere dar detalles sobre el contenido de estas conversaciones. Desde que se celebraron los comicios generales el pasado 23 de julio, el silencio ha sido máximo. Ya se evitaron filtraciones a la prensa durante las conversaciones para la Mesa del Congreso. Junts anunció su apoyo a la candidata socialista, Francina Armengol, apenas una hora antes de la votación en la Cámara Baja. En la misma línea, el PSOE ha decidido que no dará pistas sobre sus negociaciones con el partido de Puigdemont hasta que empiece octubre y Sánchez sea candidato.
