Zapatero se convierte en el “mediador internacional” para las negociaciones PSOE-Junts

Desplazará a Francisco Galindo porque el salvadoreño “no entiende el problema”. Puigdemont no desea que se filtre este cambio para no perder la ‘internacionalización’ del conflicto

José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez.
José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez.
  1. Deshielo después del 18-F
  2. Los límites en la negociación
  3. La mediación de Zapatero
  4. Puigdemont se fía de Zapatero
  5. Ya no acudió el mediador internacional
  6. La internacionalización del conflicto
  7. Han cambiado la forma de negociar
El expresidente catalán Carles Puigdemont.
El expresidente catalán Carles Puigdemont.

José Luis Rodríguez Zapatero se ha convertido en el “mediador internacional” para las reuniones PSOE-Junts. En el equipo de Pedro Sánchez están exultantes tras el acuerdo alcanzado con los partidos independentistas para desatascar la Ley de Amnistía, donde la implicación del ex presidente del Gobierno ha resultado decisiva. No lo ocultan.

Al propio ministro de la Presidencia y Justicia y principal negociador en representación del Ejecutivo de Sánchez, Félix Bolaños, le falló el subconsciente cuando se felicitó a sí mismo en público por lograr embridar la controvertida norma que será aprobada el próximo jueves con 178 votos a favor, pero que contarán con otros 172 en contra.

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de las negociaciones, las conversaciones entre Junts y el PSOE durante el último mes han sido intensas y a diferentes niveles. Ambas formaciones eran conscientes de que debían poner en marcha la legislatura. No había margen para más desencuentros.

El mal resultado de los socialistas en las elecciones gallegas y el estallido del ‘caso Koldo’ ha servido de acicate.

Deshielo después del 18-F

El primer paso para encarrilar la nueva ley de amnistía se dio en una reunión que no ha trascendido. La última que se hizo pública fue el pasado diciembre con el mediador salvadoreño, Francisco Galindo. En este caso acudieron Jordi Turull, la líder de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.

Sin embargo, según las fuentes consultadas por ECD, el deshielo comenzó después de las elecciones gallegas del 18 de febrero, tras el sonoro desencuentro en el Congreso el pasado 30 de enero, cuando Junts votó en contra de la ley de amnistía que ellos mismos habían pactado con el PSOE.

Los límites en la negociación

Las dos partes necesitaban saber hasta dónde podía llegar el otro. Junts quería saber si había espacio para alguna modificación de la ley, también en el delito de terrorismo, que sirviera como aterrizaje para un cambio de posición, del no al sí.

Y el PSOE necesitaba estar seguro de que Junts iba en serio y no estaba dispuesto a reventar la legislatura forzando al límite con la posición imposible, que mantuvieron en enero, de que había que incluir todo tipo de terrorismo en la negociación.

La mediación de Zapatero

Para ese cometido, según ha podido confirmar Confidencial Digital por fuentes de ambas partes, el expresidente Zapatero se ha convertido en el verdadero “mediador” para las reuniones PSOE-Junts. Ha desplazado al salvadoreño Francisco Galindo, hasta ahora el elegido como “verificador internacional” porque, según admiten varios de los interlocutores en privado, “no entiende el conflicto”.

 

En la cita fuera de España se corroboró que “había acuerdo para sacar adelante un acuerdo”. A partir de ahí había que ponerse a trabajar hasta llegar al redactado que se presentó el pasado jueves en la Comisión de Justicia.

Los socialistas se retractaban una vez más y aceptaban retoques en el texto de la ley. Se eliminaban las referencias al Código Penal para que el terrorismo cuelgue del derecho europeo. El intercambio de papeles y de mensajes entre Zapatero y Cerdán fue constante hasta el último minuto.

A partir de ahí empezó la negociación real, con Félix Bolaños y su equipo jurídico al frente para buscar una salida que pudiera servir de aterrizaje a Junts, pero que no pusiera en riesgo la constitucionalidad de la ley. Aseguran que se produjeron videoconferencias entre el PSOE y Junts a diario. Bolaños mantuvo al tanto en todo momento a ERC.

Puigdemont se fía de Zapatero

En el entorno de Carles Puigdemont destacan a ECD que el expresident se fía plenamente de José Luis Rodríguez Zapatero. Considera que el discurso del ex líder socialista sobre la ley de amnistía suena “con un tono distinto” al del Gobierno de Pedro Sánchez.

Una situación que, señalan, se debe a que Zapatero “cree que la amnistía es una pieza que forma parte de un plan general de reconciliación” y que es una oportunidad para “desactivar la crisis catalana”.

De esta forma, consideran que el expresidente del Gobierno está convencido de que esta legislatura va de pacificar el clima de confrontación territorial. El hecho de creerlo de verdad, afirman, hace que “acabe transmitiéndolo” con su discurso y la amnistía deje de parecer “un peaje para seguir en la Moncloa”.

En la dirección de Junts concluyen que Zapatero ha logrado poner la amnistía en los términos que debe ponerse, algo que –insisten- “no se ve del todo en la comunicación del Gobierno y el PSOE”.

Ya no acudió el mediador internacional

Fuentes de Ferraz y del equipo de Puigdemont aseguran a ECD que Galindo no acudió a la última reunión porque estaba enfermo, aunque estaba previsto que fuera.

Pero el motivo de que esa reunión no trascendiera es que Junts no quiere que se filtre el cambio en la mediación para evitar perder la baza de la internacionalización del conflicto

La internacionalización del conflicto

Hay que recordar que el acuerdo alcanzado por Junts con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez incluye un punto que hasta entonces los socialistas rechazaban de plano: la presencia de un verificador internacional que ejerciera de árbitro entre ambas partes.

El PSOE siempre había rechazado esa figura, por considerar que alentaba el relato independentista de un choque de legitimidades nacionales y echaba por tierra el discurso de que el conflicto en Cataluña es un problema interno.

De hecho, Pedro Sánchez se negó a nombrar uno en 2019, ERC le quitó por eso el apoyo, y se tuvo que ir a elecciones. Sin embargo, cuatro años después todo ha cambiado.

El texto que se hizo público antes de la investidura de Sánchez recoge que PSOE y Junts han acordado “dotarse de un mecanismo” de carácter “internacional”, que tenga las funciones “de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos entre ambas formaciones a los que se llegue”.

Han cambiado la forma de negociar

Además, las fuentes próximas a las conversaciones explican que PSOE y Junts han acordado cambiar la forma de negociar. Han decidido que harán las cosas con tiempo, para evitar la angustia que vivió el Gobierno al arrancar el año, con los primeros decretos, pactados literalmente en el último minuto antes de la votación. Y además han acordado que habrá discreción real, sin cámaras persiguiendo a los políticos en Ginebra.

Las reuniones, que tienen que ser fuera de España porque Puigdemont no puede regresar sin arriesgarse a una detención inmediata, al menos hasta que no se apruebe la amnistía, se mantienen en su periodicidad prevista, una al mes, pero ya no se va a dar cuenta de ellas.

Santos Cerdán, Pedro Sánchez y Miriam Nogueras.
Santos Cerdán, Pedro Sánchez y Miriam Nogueras.

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