Funcionarios de Prisiones constatan que la huelga de hambre de los presos de ETA es una farsa: no van al comedor pero compran en el economato alimentos que consumen en la celda

Ya son 159 los presos de ETA que se han declarado en huelga de hambre para forzar al Gobierno a excarcelar a 14 terroristas de la banda con problemas de salud, entre los que figura Josu Uribetxeberria, secuestrador de Ortega Lara. Los etarras, sin embargo, se las están ingeniando para no pasar hambre.

Según ha sabido El Confidencial Digital, de fuentes de Instituciones Penitenciarias, los terroristas que han iniciando huelgas de hambre en las cárceles de Sevilla, Granada, Picassent, Alicante II, Castellón II, Herrera de la Mancha, Puerto I y II de Cádiz II, Logroño, y Navalcarnero siguen una misma estrategia: se niegan a comer en los comedores, ante los funcionarios de prisiones y el resto de internos, pero después se alimentan en sus celdas.

Así se organizan

Las fuentes citadas explican el ‘modus operandi’ de los etarras:

-Desde el fin de semana, los presos de ETA que han iniciado esta forma de presión “acuden a las llamadas de la 1 y de las 8 de la tarde para entrar en el comedor, pero no entran”.

-Una vez que oyen el aviso para ir a comer, “los etarras salen de sus celdas o se van del patio para desplazarse cerca del comedor. Allí declaran públicamente que están en huelga de hambre, y a continuación marchan a lo que llamamos salas de estar o de televisión, para que todo el mundo compruebe que no están comiendo”.

-Sin embargo, los etarras en presunta huelga de hambre sí se alimentan, consumiendo productos de primera necesidad adquiridos en la propia cárcel. “Desde que comenzó esta campaña, hemos visto en sus celdas latas de ultramarinos vacías, y han seguido comprando más productos”.

Almendras, sardinas y chocolate

Todos los presos, incluidos los de ETA, tienen la posibilidad de adquirir una serie de productos alimentarios a través de una tienda, existente en todas las cárceles, conocida como el ‘economato’.

Los internos disponen de una especie de tarjeta de crédito, proporcionada por Instituciones Penitenciarias, con la que pueden hacer compras semanales por un valor máximo de 80 euros, que se cargan a una cuenta bancaria que el reo proporciona a la prisión.

 

Según las fuentes a las que ha tenido acceso ECD, desde el fin de semana “hemos podido comprobar cómo los etarras que supuestamente se habían declarado en huelga de hambre han seguido comprando en el economato”.

Entre los productos más solicitados, “destacan los fiambres, las latas de sardinas, frutos secos como las almendras, y barritas de chocolate para combatir el hambre”.

Seguimiento médico de los etarras

Las fuentes consultadas explican que, desde que se anunció la huelga de hambre, Instituciones Penitenciarias ha dado orden de realizar un seguimiento médico a todos aquellos que la secunden, “con el objetivo de conocer la evolución de cada uno de los presos y estar atentos ante cualquier complicación en su salud”.

En caso de que la presunta huelga de hambre se prolongara en el tiempo y alguno de los etarras se resintiera gravemente por ello, “se podría contemplar la posibilidad de obligarles a comer, a través de un ingreso hospitalario. No obstante, y comprobado que siguen alimentándose a escondidas, no creemos que haya que llegar a ese extremo”.

Se recuerda el caso de los presos del Grapo en huelga de hambre de verdad, que fueron obligados a alimentarse forzosamente después de una decisión judicial en ese sentido. En Instituciones Penitenciarias piensan que tal supuesto no se va a dar en el caso de los etarras.

Arnaldo Otegi no será sancionado por alentar la huelga

Desde Prisiones certifican que la huelga de hambre iniciada a finales de la semana pasada por algunos presos de ETA “ha experimentado un mayor nivel de seguimiento entre los terroristas desde que Arnaldo Otegi se sumó a la iniciativa y, a través de Twitter, alentó al resto de reos a seguir su ejemplo”.

Sin embargo, y pese a ser “uno de los principales impulsores de esta medida de presión”, el ex líder de Batasuna no recibirá ninguna sanción o castigo en la cárcel donde se encuentra, en Logroño: “El reglamento interno no contempla ninguna multa por este tipo de casos”, explican las fuentes consultadas.

“En el expediente de Arnaldo Otegi se ha anotado esta campaña a favor de la huelga de hambre, como una falta más durante su estancia en prisión. Pero no deja de ser una mera nota informativa, que no tendrá consecuencias penales para él”.

No más de dos semanas

Las fuentes de Instituciones Penitenciarias consultadas por ECD explican que, pese al ‘ruido mediático’ que está teniendo la presunta huelga de hambre impulsada por los presos de ETA, no esperan que la campaña dure más de dos semanas.

“Creemos que la iniciativa se ha llevado a cabo este mes de agosto aprovechando el ‘parón’ de la actividad política nacional, como una forma de que los presos de ETA ocupen las portadas de los periódicos. Sin embargo, cuando se conozca que muchos han vuelto a comer y se restablezca la agenda política normal, la presión se desinflará hasta desaparecer”.

Pese a estos cálculos, lo cierto es que el domingo ya había 108 presos que se declararon en huelga de hambre, a los que se le sumaron ayer, lunes, otros 51.

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