Nuevos datos sobre la Operación Serkan

El Kalashnikov desaparecido en Vicálvaro tiene en alerta máxima a la Policía

Los investigadores sospechan que puede haber caído en manos de un radical dispuesto a usarlo. Se ultiman los preparativos de seguridad para la cabalgata de Reyes

Uno de los yihadistas detenidos la pasada semana en Madrid.
Uno de los yihadistas detenidos la pasada semana en Madrid.

Las fuerzas de seguridad intensifica estos días la búsqueda del fusil de asalto AK-47 que estaba en poder de los dos terroristas detenidos la pasada semana en Madrid. El arma no se encontró en el registro del local en el que se reunían los yihadistas. El mayor temor es que haya caído en manos de un radical dispuesto a usarlo a pocos días de la cabalgata de Reyes.

Se cumple una semana de la detención en Madrid, en el marco de la Operación Serkan, de Edrissa Ceesay Sanuwo y Samir Sennouni Mouh. Ambos, de 25 y 18 años de edad respectivamente, se encuentran en prisión imputados por un delito de enaltecimiento del terrorismo y depósito de municiones y armas de guerra.

Un AK-47 y la Puerta del Sol

A los dos yihadistas se les incautaron cinco cargadores de AK-47, 37 balas del calibre 7,62 –el que usa el Kalashnikov- y una funda de arma larga, todo escondido en un zulo. Sin embargo, lo que realmente preocupó a las fuerzas de seguridad fue un vídeo hallado junto a este material, en el que dos encapuchados posaban con un Kalashnikov y un machete. En las imágenes salía la Puerta del Sol.

El hecho de no encontrar el arma en el local en el que se reunían los yihadistas –en un parque de Vicálvaro-, puso en alerta la policía. Se sospechaba, en un primer momento, que el fusil podría estar escondido en algún lugar próximo. Y según las fuentes policiales consultadas por ECD, así lo declararon los dos detenidos durante el interrogatorio.

Prioridad máxima: encontrar el Kalashnikov

Sin embargo, una semana después de su detención la policía no ha hallado aún el fusil. La orden que han recibido estos días los agentes es intensificar su búsqueda. Es, explican las voces consultadas, una prioridad máxima.

Y es que su desaparición ha provocado alarma entre las fuerzas de seguridad. Fuentes de la investigación admiten que una de las hipótesis sobre las que se trabaja es que pueda estar en manos de una tercera persona, que estuviese en contacto con los dos detenidos.

Se busca a diez radicales salafistas

La Policía tiene pistas fiables de que los detenidos estaban en contacto con al menos otros diez radicales salafistas que solían frecuentar la caseta del parque de Valdebernardo –denominada ‘La Cabaña-, lugar donde los yihadistas se reunían. Se sospecha que alguno de esos individuos podría tener datos sobre el paradero del arma o quizás esté en posesión de ella.

Ante este escenario se abren dos líneas principales. La primera, que la misión de esa tercera persona haya sido ocultar el AK-47 para dificultar la tarea policial. La segunda,  la que más preocupa a la Policía, es que esté en manos de un radical dispuesto a usarla en un atentado.

Esta circunstancia, explican las fuentes policiales consultadas, es muy preocupante en estos momentos. Según confiesan, la búsqueda de estos sospechosos está “complicando la preparación” de los planes de seguridad previstos para las cabalgatas de la Comunidad de Madrid.

Primer Kalashnikov incautado a yihadistas

Los temores de las fuerzas de seguridad son fundados. Se trata de la primera vez que una célula terrorista desmantelada tiene en su poder armas largas de guerra. Hasta ahora sólo se habían incautado pistolas o escopetas de caza.

 

El acceso a este tipo de armamento está extremadamente controlado en Europa desde los atentados de Charlie Hebdo, y especialmente desde los de la sala Bataclan en noviembre de 2015. Desde entonces, la Policía española ha intensificado la colaboración con policías europeas y Europol para cercar a los traficantes de armas. Según fuentes de los servicios de inteligencia, el sector está ya “muy controlado”.

Desde los atentados de Charlie Hebdo, explican estas fuentes, el acceso a armamento como el utilizado en París es “muy complejo”. “Pocos traficantes –añaden- se prestan a colaborar con gente que consideren sospechosa de yihadismo, porque saben que les buscan la ruina”.

De hecho, indican, se han registrado casos de tratantes que han delatado a sus clientes, a cambio de inmunidad, nada más sospechar que las armas se iban a utilizar para cometer un atentado contra civiles.

Pese a la dificultad que existe a la hora de adquirir este tipo de armas, la Policía española se ha ido preparando para un posible ataque con AK-47. Este mismo año, los GEO adquirieron fusiles HK-417 con el mismo calibre que el Kalashnikov.

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