Antidisturbios defienden la actuación en Ferraz: “Con cargas, habría habido muchos heridos”

1. Encapuchados iniciaron los altercados
2. Avisos reiterados, salvas y humo
3. Con cargas habría sido peor
4. Apuntan al delegado del Gobierno
5. Calentando la vuelta a Ferraz

Las manifestaciones contra la futura ley de amnistía ante las sedes del PSOE derivaron este lunes 6 de noviembre en altercados en la calle de Ferraz, de Madrid, donde se encuentra la sede nacional del Partido Socialista.

Algunos manifestantes trataron de romper el cordón de vallas y agentes de las Unidades Intervención Policial (UIP), lo que desató la reacción de los policías antidisturbios.

La actuación policial ha provocado críticas por parte de los sectores contrarios a la amnistía, ya que denuncian que se actuó con demasiada dureza y contundencia. Hablaron de disparos de pelotas de goma, de lanzamiento de gases lacrimógenos…

Encapuchados iniciaron los altercados

Confidencial Digital ha podido recabar testimonios de policías desplegados y otros que conocieron detalles de la tarde noche de incidentes en torno a la sede del PSOE en Ferraz.

Estas fuentes policiales señalan que otros días se han producido concentraciones en ese mismo lugar, y no ha habido incidentes de ningún tipo, todo discurrió con normalidad.

Pero este lunes la situación se desbordó. La diferencia es que en primera línea frente a los agentes se situaron en esta ocasión personas encapuchadas, “ultras”, según los policías, que fueron los causantes de encender la mecha de los altercados. Señalan que o bien eran manifestantes muy radicales, o “infiltrados”, pero en todo caso fueron los iniciadores de los incidentes.

Estos manifestantes empezaron a empujar las vallas que les cortaban en paso, y a los antidisturbios que las aguantaban. Alguno incluso saltó las vallas. También comenzaron a lanzar objetos a los policías. Es así como suelen comenzar muchos altercados de este tipo.

Avisos reiterados, salvas y humo

Los agentes consultados defienden que se siguió en todo momento el protocolo. En primer lugar, los efectivos de las Unidades de Intervención Policial (UIP) avisaron por megafonía que iban a intervenir. Este aviso se reiteró en varias ocasiones.

Ante la persistencia de los manifestantes violentos de las primeras filas, los antidisturbios lanzaron salvas de advertencia. Niegan que se dispararan pelotas de goma. Simplemente se utilizaron las escopetas con bocachas para realizar disparos, pero sin lanzar proyectiles.

Estas salvas provocan un sonido muy fuerte, con el que se intenta que los manifestantes se dispersen. También sirven para que los manifestantes pacíficos reciban el mensaje de que deben marcharse, ya que se está caldeando el ambiente.

De nuevo, como estas salvas no lograron del todo dispersar a los violentos, los policías lanzaron botes de humo. Algunos agentes niegan que fuera gas lacrimógeno, sino botes de humo. Otros sí señalan que lanzaron tanto artificios triples fumígenos (ATF, botes de humo) como artificios triple lacrimógenos (ATL)

En cualquier caso, añaden que por la dirección del viento el humo “se lo comieron” los propios agentes.

Con cargas habría sido peor

La conclusión de distintos agentes implicados y conocedores de la intervención es que se actuó con “progresividad”, poniendo en marcha sucesivas medidas para tratar de dispersar a los manifestantes.

Además, remarcan que si en vez de optar por disparar salvas y botes de humo, los agentes hubieran realizado cargas, corriendo hacia los manifestantes con la defensa (la porra) y los escudos, se habrían registrado muchos más heridos.

De haber iniciado una carga así para dispersar a los violentos, los manifestantes de mayor edad hubieran acabado arrollados por la masa y por los policías. La imagen, apuntan los agentes, hubiera sido mucho peor para ellos.

Remarcan también otra idea: que los policías siempre actúan sin considerar ideología ni tendencia de una manifestación. Aunque muchos de ellos puedan sentirse ofendidos por la amnistía, su deber es velar por el orden público en cualquier concentración en las calles, la convoque quien la convoque.

Apuntan al delegado del Gobierno

Lo que provoca más recelos entre policías antidisturbios es la cadena de mando, pero política, no policial.

Sí circulan críticas al delegado del Gobierno, responsable político del despliegue de las Fuerzas de Seguridad en la Comunidad de Madrid.

Consideran que en esta ocasión las órdenes recibidas fueron distintas a lo que ha sucedido en otros despliegues, especialmente en Cataluña ante independentistas radicales, y en concentraciones de extrema izquierda.

En esas ocasiones, las órdenes de arriba insistían en “aguantar”, y no cargar ante los primeros lanzamientos de objetos o intentos de sobrepasar el cordón policial.

Por el contrario, creen que este lunes en la calle de Ferraz la instrucción no era esa, sino intervenir sin resistir tanto como en otras ocasiones.

Por supuesto, subrayan que debían intervenir ante los lanzamientos de objetos e intentos de tirar las vallas, y que, como se ha indicado, actuaron con proporcionalidad, progresividad y dando ocasión a que los manifestantes se dispersaran.

Pero lamentan que en otras ocasiones no se diera la misma orden, sino que los agentes tuvieran que contenerse y aguantar lluvias de objetos peligrosos. Al mismo tiempo recuerdan que ellos, como cuerpo de seguridad, se deben a las órdenes jerárquicas que reciben.

Calentando la vuelta a Ferraz

A los policías nacionales no sólo les indignan las críticas recibidas por la actuación de este lunes. Ven también con prevención que la presión no parece que vaya a remitir, sino al contrario.

Por los llamamientos que han detectado en redes sociales, creen que para este martes 7 de noviembre se repetirá la concentración en Ferraz, y temen que derive en mayores disturbios.

Han detectado que algunos youtubers y líderes de opinión entre los críticos con la amnistía y con Pedro Sánchez están caldeando el ambiente.