Se buscan en España “locos solitarios” como el apuñalador de Múnich

En la madrugada del lunes al martes, un joven alemán de 27 años apuñaló, en el metro de Múnich, y al grito de “Allahu Akbar” (“Alá es grande”), a cuatro viajeros, causando la muerte a uno de a ellos y heridas de gravedad a los otros tres.

Este suceso, que en un primer momento fue calificado como “atentado terrorista”, refleja la tendencia al alza de un fenómeno que tiene en alerta a la Policía: el de los llamados “locos solitarios”. Así lo aseguran a El Confidencial Digital mandos del Cuerpo Nacional, que explican el perfil de estos individuos:

--“Se trata de radicales que, como los lobos solitarios, se han preparado para atentar. La diferencia es que los locos solitarios no han sido captados ni entrenados por el ISIS para ser activados en cualquier momento, sino que han aprendido por su cuenta y deciden atacar en nombre de Alá de forma personal”.

Imitadores con problemas psicológicos

Tras el ataque del apuñalador de Múnich, las pesquisas policiales se han centrado en analizar el ordenador del agresor, para determinar si tiene algún vínculo con el Estado Islámico o, como se sospecha, se autogestionó visitando páginas web de contenido islamista y decidió tomarse la justicia por su mano.

En España, la Policía Nacional reconoce que es muy difícil detectar este tipo de perfiles delictivos. No obstante, cada visita a una bitácora relacionada con el Estado Islámico es “rastreada y analizada”. Y, gracias a esas pesquisas, se puede conocer más al internauta que visita ese tipo de contenidos.

Algunos de ellos, de hecho, están fichados como radicales, al compartir esos contenidos en sus redes sociales. Sobre otros se aplica un seguimiento para determinar si son “población de riesgo”, tanto de ser captados por el Estado Islámico como, por factores psicológicos, actuar por libre en nombre del Califato.

Francia alertó de este fenómeno

Las fuentes consultadas por ECD explican que este fenómeno comenzó en Francia a raíz de los atentados de París: “Tras esa acción terrorista, se produjo un efecto contagio, en el que varios individuos se identificaron con el Estado Islámico, sin pertenecer a él, y anunciaron ataques contra la población”.

La Policía gala, de hecho, realizó varias detenciones discretas de este tipo de individuos, y compartió con otros aliados europeos lo que estaba ocurriendo tras la masacre en la capital francesa en noviembre.

Desde el Cuerpo Nacional comparan a estos individuos con los pirómanos: “En España, cada vez que se anuncia un incendio, se provocan tres más. Ahora, personas con problemas psicológicos deciden hacerse terroristas, se entrenan por su cuenta, y se preparan para atacar. Es un fenómeno que va a más y, por lo tanto, muy peligroso”.