En ninguno de los 24 asesinatos por violencia de género de este año hubo denuncias de familiares o vecinos

La dificultad de aportar pruebas y que la propia víctima niegue los hechos hacen que las acusaciones interpuestas por terceros no sean efectivas

  1. 24 asesinadas en 6 meses
  2. La víctima debe ratificar la denuncia
  3. Tratan de ocultarlo por supervivencia
  4. Amigas como cómplices
  5. Jóvenes y ancianas: las que menos visualizan la violencia
  6. No siempre se soluciona denunciando
Imagen de archivo de violencia de género.
En ninguno de los 24 asesinatos por violencia de género de este año hubo denuncias de familiares o vecinos.

“Ante el maltrato, tolerancia cero. Actúa”. Este es el lema más conocido y utilizado para luchar contra la violencia de género, bien desde dentro, como víctimas, pero también desde fuera, terceros que sospechan o que saben a ciencia cierta que una vecina, familiar o amiga la está sufriendo.

Sin embargo, en la vida real, actuar, o más bien poner una denuncia, no es tan sencillo, sobre todo si no eres la víctima.

Durante los tres primeros meses de este año se han interpuesto un total de 46.327 denuncias por violencia de género, pero sólo un 5,97% proviene de terceros.

Concretamente las denuncias interpuestas por familiares de la víctima se corresponden con un 1,84% del total, según los datos estadísticos del Observatorio Contra la Violencia Doméstica y de Género. ¿Por qué este porcentaje es tan bajo?

24 asesinadas en 6 meses

En este último mes, la violencia de género ha acabado con la vida de cuatro mujeres, y 24 en lo que va de año, al igual que el año pasado por estas fechas.

Aunque hemos reducido en un 31% el número de asesinadas por violencia de género en 19 años, es decir, a partir de 2003, año en el que se empezaron a contabilizar las muertes por este tipo de violencia, los profesionales advierten que aún queda mucho camino por recorrer.

De estas 24 mujeres, tan sólo 6 habían denunciado, y ninguna de estas había sido interpuesta por terceros, tales como familiares, amigos o vecinos.

La víctima debe ratificar la denuncia

El principal problema al que se enfrenta un familiar, amigo o vecino que interpone una denuncia es que en la mayoría de los casos la víctima lo niega rotundamente y por ende la denuncia pierde su validez.

Gregorio Gómez, secretario general de la Asociación Alma contra la Violencia de Género, advierte que si un vecino denuncia porque ha escuchado ruidos sospechosos en la casa, pero no presenta pruebas y la mujer lo niega, la denuncia no vale para nada.

 

"Nosotros tenemos un caso de una madre que ha puesto varias denuncias al novio de su hija, pero esta nunca lo ratifica. Desde la comisaria le han dicho que deje de denunciar porque al final van a tener que denunciarla a ella por denuncias falsas", ejemplifica el miembro de Alma.

Este incide que, además de llamar a la policía, es fundamental presentar alguna prueba, como por ejemplo un audio, para que la denuncia interpuesta por terceros tenga un efecto "aunque sea un delito de los leves, pero se consigue una orden de alejamiento".

Tratan de ocultarlo por supervivencia

Otro de los motivos que explican el por qué hay tan pocas denuncias interpuestas por terceros es por la habilidad que tienen las víctimas para ocultárselo a su entorno.

En primer lugar, muchas de ellas no visualizan la violencia que están sufriendo ya que la mayoría es psicológica o sexual y consideran que es "lo normal". "Muchas de ellas consienten las relaciones sexuales porque piensan que deben cumplir con su marido, aunque no lo deseen. Eso es violencia." explica Gregorio.

El miedo a quedarse sin casa, tener hijos en común, sufrir una paliza mayor...son las principales preocupaciones de las mujeres víctimas de violencia de género y por el mero hecho de sobrevivir tratan de ocultarlo, sobre todo a sus familiares.

Amigas como cómplices

Aunque en la mayoría de los casos esto no sucede así, debido al aislamiento social que sufren, algunas mujeres se apoyan en una amiga muy cercana para contarle su situación y no preocupar a la familia.

Además, les pasan conversaciones o audios que evidencian los actos de su maltratador.

"El problema es que cuando la mujer le envía las pruebas a su amiga, esta las elimina de su móvil, ya que su agresor le controla el teléfono. Y cuando se celebra el juicio, como dichas pruebas no están en el móvil de la víctima, pierden la validez" explica el secretario general de Alma.

Para evitar que suceda esto, en Alma han creado una herramienta para que, además de pedir ayuda, la mujer maltratada pueda subir a la nube las pruebas que evidencian dicha violencia para utilizarlas luego en el juicio.

Jóvenes y ancianas: las que menos visualizan la violencia

Teresa Pulido, trabajadora social en la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, ha destacado a Confidencial Digital que a pesar de que a todas las mujeres les cuesta darse cuenta de la violencia que sufren, las que más tardan en visualizarla son las mujeres jóvenes, incluso menores de edad, y las más mayores, normalmente jubiladas y con hijos mayores.

"Cuando eres joven sueles buscas gustar al 'malotillo'. Estas muchas veces, sin darse cuenta, normalizan dejar de quedar con sus amigas, decirle dónde está y qué hace en cada momento, permiten que le deje mal delante de sus amigos, que le pellizque, le tire del pelo o le empuje si hace algo que a él no le gusta..." explica Teresa.

"Y sin embargo, cuando eres mayor no lo visualizas porque admites que esto ha pasado toda la vida. De hecho, las madres de estas mujeres las criaron con estas creencias: 'cuando te casas ya sabes...' ". 

Los padres, en el caso de las mujeres jóvenes, y las hijas, a pesar de ser su padre el maltratador, son las figuras que suelen ponerse en contacto con las asociaciones para pedir ayuda. Y tanto en jóvenes como en mayores, las terapias grupales les funcionan muy bien.

No siempre se soluciona denunciando

La trabajadora social del Programa Fortaleza no considera que en estos momentos la denuncia sea la mejor solución para poner fin a la violencia que sufren en su casa.

El 85% de las mujeres que van a pedir ayuda a la Comisión llegan sin denuncias y muchas de ellas llegan decididas para ponerla. Sin embargo, Teresa cuenta a ECD que ella, antes de acompañar a la víctima a poner la denuncia, le explica todo lo que conlleva ponerla.

"No es nada fácil, sobre todo si la violencia es psicológica y no hay parte de lesiones. En el juicio se pone en duda constantemente a la víctima y además, en la mayoría de los casos, ella sigue queriendo a su maltratador".

Esta considera que las medidas de protección a las mujeres cuando interponen una denuncia no son suficientes ya que en muchos casos, en función del riesgo que los profesionales consideren que tiene, vuelve o no a la casa donde convive con su maltratador.

Servicio 016 de ayuda a las víctimas de violencia de género.
Servicio 016 de ayuda a las víctimas de violencia de género.

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