Descubre el increíble mundo de los jabones naturales y artesanales

Una de las tendencias que ha regresado rescatada de muchas décadas atrás es, sin duda, el uso de jabones naturales y artesanales. Este tipo de jabones naturales, como los que podemos encontrar en la web especializada de zonajabones, son un recurso estupendo para cuidar la piel de la cara y el cuerpo de una manera saludable y sin químicos innecesarios.

Rescatar la tradición de utilizar jabones naturales e, incluso, de comprar o preparar nosotros mismos jabones artesanales es una cuestión que se ha derivado de la incomodidad que teníamos cierta parte de los consumidores por utilizar productos llenos de químicos. En este sentido, los jabones naturales ofrecen prácticamente los mismos resultados, con muchos más beneficios para el cuerpo o la cara y a un precio bastante más asequible. 

Por todo esto, en este artículo hemos querido destacar los beneficios de utilizar jabones naturales, los tipos de jabones artesanales más comunes y algún truquillo extra para que cualquiera pueda crear un jabón desde cero en su propia casa. 

Beneficios de utilizar jabones naturales

Los beneficios del uso de jabones naturales, sobre todo si los comparamos con los jabones industriales que podemos encontrar hoy en día en cualquier supermercado, son prácticamente infinitos. 

En primer lugar, no llevan fragancias ni ingredientes artificiales, por lo que son jabones que, en principio, no tendrían por qué dar problemas en la piel ni dañarla. Además, los jabones naturales cuentan con muchísimas propiedades intrínsecas como la eliminación de las irritaciones, el sellado de los poros o la ayuda a la cicatrización de la piel. 

Son jabones que mejoran la apariencia de la piel, la nutren de manera natural y hacen que esté mucho más fuerte ante cualquier problema que pudiese surgir. Además, protegen la piel de los agentes externos y suelen aportar propiedades exfoliantes, relajantes y depurativas, limpiando nuestra piel de la contaminación o los residuos que se acumulan después de cualquier día de trabajo. 

Además, al estar fabricados a base de plantas y flores naturales, los beneficios de estos elementos se trasladarán también al propio jabón, dándonos un extra de hidratación para pieles sensibles en el caso de la avena, efectos antisépticos si el jabón es de caléndula o un apoyo a la firmeza del rostro cuando utilizamos un jabón a base de romero. 

Tipos de jabones naturales más comunes

Además de contar con diferentes formas, colores e ingredientes, existen muchos tipos de jabones naturales. Los más comunes suelen ser jabones líquidos, neutros y aromáticos, que aportan un extra de confort a la vida de cualquier persona. 

Jabones líquidos

Los jabones líquidos son uno de los tipos principales de jabonesnaturales más utilizados, sobre todo debido a que son fáciles de preparar y muy prácticos para usar en el día a día. En cuestión de beneficios, lo cierto es que estos jabones suelen ser un poco más hidratantes que los jabones sólidos o en pastilla, ya que incorporan líquidos nutritivos como la leche o los aceites. 

Jabones aromáticos

Los jabones aromáticos son ideales para tener en casa y utilizarlos como un método de relajación natural. A través de aceites esenciales o esencias de flores, plantas y frutas se consiguen jabones aromáticos con olores increíbles que pueden servir, desde para hacer una sesión de spa en casa hasta para lavarse las manos cada día y disfrutar de un agradable olor por mucho tiempo. 

Jabones neutros

Los jabones neutros son ideales para aquellas personas que tengan la piel sensible con tendencia grasa. Este tipo de jabones, fabricados normalmente a base de glicerina son muy útiles para contrarrestar la grasa del rostro y eliminarla de manera sana y natural. 

Haz tu propio jabón natural en casa

Si después de conocer todos los beneficios y los tipos de jabones naturales más comunes os habéis quedado con ganas de hacer vuestros propios jabones artesanos en casa, aquí os explicamos en unos sencillos pasos cómo podéis conseguir un increíble jabón de lavanda y aceite de oliva. 

Ingredientes

• 98 gramos de agua
• 40 gramos de sosa cáustica
• 300 gramos de aceite de oliva virgen extra
• 5 gramos de aceite esencial de lavanda
• Moldes de silicona

Preparación

En primer lugar, es mejor realizar todo este proceso al aire libre y con recipientes de vidrio.

Colocamos el agua en un recipiente y le vamos añadiendo con cuidado la sosa cáustica, removiendo hasta que se disuelva. Dejamos que la mezcla enfríe. 

En otro bol, colocamos el aceite de oliva virgen extra y, cuando la mezcla de la sosa cáustica esté fría, la añadimos ahí. 

Batimos la mezcla con una batidora y veremos cómo comienza el proceso de solidificación. 

Añadimos en este momento el aceite esencial de lavanda y vertemos la mezcla de jabón en los moldes de silicona.  

Debemos cubrir los moldes con alguna tela y dejarlo reposar, al menos 24 horas. Pasado ese tiempo veremos si está duro; en caso de que todavía esté blando, evitaremos desmoldarlo y lo dejaremos endureciendo un día más. 

Una vez esté completamente duro, sacamos los jabones de los moldes y los cortamos en porciones del tamaño que queramos. Dejamos que vuelvan a secar ya cortados durante un mínimo de un mes y ¡listos para usar!