Dos de cada tres enfermos crónicos suspenden el tratamiento por problemas económicos, pero lo ocultan

La mayoría de los pacientes crónicos no comunican a doctores o enfermeras comunicando que no pueden comprar los medicamentos recetados debido al elevado precio.

Un estudio de la Universidad de Michigan afirma que el núcleo de este problema de comunicación se halla en la despreocupación por parte del médico, que, al recetar, no se plantea si su paciente puede comprar las medicinas.

La investigación se ha basado en un modelo de 600 adultos, con media de 62 años enfermos crónicos, residentes en diferentes zonas de los EE.UU., que han tomado un papel activo en la misma para denunciar su situación traumática: al cabo de un año ya no pueden seguir costeando sus medicinas.

Además, dos de cada tres enfermos no cuenta al médico que ha interrumpido el tratamiento por falta de económicos. De los encuestados, únicamente el 33 por ciento asegura que en la cínica se les informó sobre programas de ayudas para afrontar esa carencia.