#Salimos más tontos y necios
El Gobierno lanzó el pasado mes de mayo una campaña que llevaba como lema “#Salimos más fuertes”. Trajo mucha cola porque fue un despliegue asombroso, con la compra de la portada de los principales periódicos en papel y abundantes anuncios en televisión, digitales y radio, que incluían un mensaje presuntamente motivador. Con la que estaba cayendo.
Las críticas fueron durísimas por el gasto en algo tan banal (mientras faltaban trajes EPI, test y mascarillas), el tono de los spots y el mensaje de fondo, que incidía en la superación personal y la fortaleza tratando la cuestión como una sesión de coaching personal, rozando la frivolización de lo sucedido, los muertos, la tragedia en general.
El propio Pedro Sánchez lideró la ofensiva de propaganda con estas palabras: “Lo estamos consiguiendo. Gracias al esfuerzo y responsabilidad de todas y todos hemos llegado hasta aquí. Sois vosotros los que habéis hecho retroceder al virus. España inicia con pie firme la transición hacia la Nueva Normalidad. #SalimosMásFuertes #EsteVirusLoParamosUnidos”.
Pues va a ser que no. De unidos, nada. Salimos muy, muy divididos. Y además, desconcertados, perplejos, desanimados y bastante pesimistas. Precisamente por culpa de los autores de ese lema de autoayuda. Lema que, por cierto, según cuenta nuestro Chivato de hoy, el Gobierno se ha apresurado a borrar de cualquier rincón, visto que más fuertes, no hemos salido precisamente.
Se ha escrito mucho sobre el sainete que nos gozamos el pasado viernes en Madrid, entre el Gobierno central y la Comunidad, a cuenta de las medidas que se debían adoptar en la capital para frenar la segunda ola.
Lo que pasó refleja hasta dónde está dispuesto llegar el Gobierno para seguir en Moncloa. Hay formas de mostrar tu discrepancia, pero el modo que empleó Sánchez, Redondo & Asociados indica más interés político que desvelo sincero por la salud de los que viven en Madrid. Usó una tragedia para fines exclusivamente políticos. Provocó el pánico y fomentó la desunión, la incertidumbre y la desconfianza. Un horror.
El gobierno de Madrid no lo está haciendo bien. A Isabel Díaz Ayuso le queda grande el puesto e Ignacio Aguado tampoco está a la altura. Esa es mi opinión. Pero nada de eso justifica el desplante bochornoso y la doble vara de medir. Porque tampoco la Generalitat catalana actuó bien en la contención de la pandemia durante la primera ola, optó solo por restricciones selectivas y Pedro Sánchez no dijo ni mú: miró para otro lado.
El mentiroso de los comités de expertos fake, que nunca existieron, suma otra tropelía más a su arsenal. Alguno está saliendo de la pandemia más tonto y más necio. Tomemos nota.
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