Javier Fumero

El ‘simpa’ que Carmena no debe tolerar

El otro día escuché la expresión y me gustó. Por lo gráfica que es. ¿Quién puede estar a favor de que prolifere en nuestra sociedad la costumbre juvenil del ‘simpa’? Hablo de esa bárbara práctica de marcharse de un local sin pagar el producto que se ha consumido o que uno se lleva consigo.

¿Alguien puede mirar con compasión a esas hordas de adolescentes que se divierten apropiándose de lo ajeno sin abonar el legítimo coste a su dueño? Yo creo que no. El asunto más bien produce rechazo. Demuestra inmadurez, frivolidad y una repugnante visión de la propiedad ajena. Es una falta de respeto, en definitiva.

Por eso mismo, me pregunto cómo es posible que esa propuesta de no pagar la deuda del Ayuntamiento de Madrid, incoada desde el equipo de gobierno de Manuela Carmena, no genere el mismo rechazo social.

Aún admitiendo que la capital ha gastado por encima de sus posibilidades, nadie en su sano juicio debería defender que lo sensato es saltarse lo acordado, incumplir los compromisos. No es de recibo.

Sin embargo, el consistorio madrileño acaba de dar el primer paso: la creación de una Subdirección General destinada a tutelar un proceso de “auditoría de la deuda”. El objetivo del equipo de Carmena es analizar las cuentas y “liberar” recursos por valor de 1.100 millones de euros al año.

¿Cómo? Declarando una “moratoria del pago” de determinadas obligaciones financieras. Así lo llaman. ¿Qué argumento van a esgrimir? Que se trata de “deuda ilegítima”. El equipo de Carmena está convencido de que los acreedores no van a tener más remedio que pasar por el aro. Porque nadie querrá hacerse daño, ya me entienden.

Por esta sutil vereda nos van a llevar hacia un ‘simpa’ vergonzante. Al más puro estilo Tsipras. Pues conmigo que no cuenten.

Más en twitter: @javierfumero

 
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