José Apezarena

En Cataluña no hay ningún problema, dixit Pedro Sánchez

Pedro Sánchez, en la proclamación como candidato a las generales.
Pedro Sánchez, en la proclamación como candidato a las anteriores generales.

Pedro Sánchez presentó el miércoles las 110 medidas que propone para las elecciones generales de abril.

Se dividen en los siguientes apartados: la España del conocimiento, la España competitiva y de las oportunidades, la España del bienestar, la España feminista, la España de la transición ecológica, la España de los nuevos derechos y libertades, una España europea abierta al mundo.

Sorprendentemente, en ese largo elenco de propuestas electorales del PSOE no aparece el problema más grave que afronta este país: Cataluña y el proyecto secesionista.

¿Es solamente un olvido del presidente del Gobierno? ¿Se le habrá pasado? No parece probable. Más bien hay que suponer que se trata de una operación de imagen, que posiblemente habría que atribuir a los oficios del súper gurú Iván Redondo.

A estas alturas, resulta increíble que el tremendo desafío territorial que afronta España no figure entre los objetivos de Gobierno del hoy primer partido del país, candidato a ganador de los comicios de abril según las encuestas.

No faltará quien califique de tomadura de pelo esa maniobra. Mejor dicho, intento de tomadura de pelo, porque la cosa no cuela.

Pedro Sánchez ha pretendido espantar el moscardón más pesado y peligroso para él y para su futuro: el desafío catalán, y sus propias vacilaciones y pasteleos protagonizados, que tanto daño han causado ya al socialismo en las elecciones andaluzas.

Con ello pretende que las acusaciones de ceder al independentismo, de antipatriota y hasta de traidor (algo de lo que le han acusado sus rivales), no le pasen factura alguna en las elecciones de abril.

Posiblemente para tapar esas vergüenzas, el escenario del teatro donde se desarrolló el acto de presentación se vio repleto de banderas, de España y de Europa.

 

Otro truco de imagen atribuible a Iván Redondo, para intentar construir una imagen de español, con todas las letras, y de hombre de Estado. Españolidad que debería ocultar la brecha abierta en Cataluña.

Pero, como digo, ni lo uno ni lo otro cuela. Ni la intención de esconder que Cataluña constituye el más grave desafío que afronta este país, ni la de hacer olvidar que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno por los votos de Esquerra y PdeCAT, los partidos impulsores de la rebelión contra España. Y que ha coqueteado con ellos estos meses. Y sigue haciéndolo, porque no sabe si volverá a necesitarles para seguir cuatro años más asentado en La Moncloa. Que posiblemente sí.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato