José Apezarena

Gabilondo oculta que necesita hacer “un Sánchez”

Angel Gabilondo y Pepu Hernández.
Angel Gabilondo y Pepu Hernández

El candidato Ángel Gabilondo casi casi provoca ternura, viendo los esfuerzos que realiza para promover su debilitada figura, y a la vista de la cantidad de problemas e inconvenientes que presentan su trayectoria y perfil político y personal.

El ex ministro, ahora número uno en la lista del PSOE a la Comunidad de Madrid, necesita, como digo, superar unos cuantos fallos y obstáculos que acumula.

Uno de ellos que, habiendo sido en esta legislatura el líder de la oposición en la Asamblea de Madrid, ha pasado casi inadvertido como rival de la presidenta Díaz Ayuso, a la que no ha creado ningún problema serio, ni en los debates, ni en las iniciativas.

En segundo lugar, Gabilondo se ha encontrado con una nominación “por descarte”, es decir, tras haber quedado excluidos candidatos de más fuste, como puede ser la ministra de Defensa, Margarita Robles, e incluso el titular de Interior, Grande-Marlaska, otros ministros/as, y hasta el secretario del PSOE madrileño, José Manuel Franco, que han rehusado encabezar la candidatura socialista.

Y ha sido una designación a toda prisa, porque la convocatoria de elecciones anticipadas en Madrid cogió con el pie cambiado al Gobierno de la nación y a su partido. Y de ahí la improvisación al configurar la lista.

Por si fuera poco, estamos ante un candidato que semeja un ‘pato cojo’, porque su nombre figuraba en las negociaciones entre PP y PSOE: iba a convertirse en Defensor del Pueblo, algo que ahora ha quedado aparcado. Veremos hasta cuándo, y si ese no acaba siendo su destino final.

Además, necesita contrarrestar su perfil profesoral y hasta aburrido, que no ayuda demasiado a un candidato que tiene que pelear a brazo partido por rebañar votos en todas las direcciones.

En esa línea, dudo mucho de que vaya a servirle de algo el intento de traducir sus limitaciones en ventajas, con el sorprendente lema “Soso, serio y formal”. No sé a quién se la ha ocurrido ese intento de convertir la necesidad en virtud, que algunos atribuyen al omnipresente Iván Redondo.

Por si faltara algo, sus alineamientos ideológicos, los anuncios sobre con quién desea pactar, pero sobre todo con quién no va a pactar, contradicen lo que está haciendo el Gobierno, ‘su’ Gobierno, hasta el punto de que algún analista ha llegado a escribir que parece que Gabilondo a quien se enfrenta es a Pedro Sánchez.

 

En esa línea, el candidato ha excluido solemnemente cualquier pacto con Pablo Iglesias, al que ha acusado de practicar “la confrontación, el extremismo y la anulación del contrario”. Vale.

Pero Gabilondo oculta que en realidad él nunca gobernará en Madrid sin el apoyo de Podemos. Es lo que aseguran todas las encuestas. El candidato lo sabe, pero lo está ocultando.

Así que, si algún día logra la presidencia regional, será haciendo “un Sánchez”.

Pedro Sánchez afirmó que nunca pactaría con Pablo Iglesias, porque no con él dentro del Gobierno “no dormiría tranquilo”. Y ya se vio lo que en realidad practicó.

Pues eso mismo con Gabilondo. Que no lo dice.

editor@elconfidencialdigital.com

Más en Twitter

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato