José Apezarena

Más ‘pasión de catalanes’

Visto con un poco de perspectiva, y a los efectos de la amenaza secesionista, los resultados del 27-S en Cataluña pueden calificarse hasta de buenos.

¿Por qué? Porque los independentistas no han alcanzado ni siquiera el 50% de los votos, de donde cabe concluir que no son mayoría en Cataluña. Dicho de otra forma, se ha evidenciado que los partidarios de la separación son menos que quienes la rechazan. Y, como digo, eso es hasta bueno.

Pero, ¿admitirán ese fracaso los protagonistas de la candidatura Junts pel Si? Desde luego que no. ¿Asumirán que su pretendido plebiscito ha resultado un clamoroso fallido? En absoluto. Ya lo estamos comprobando. ¿Por qué? Entre otros motivos porque la racionalidad suele estar bastante alejada de los nacionalismos extremos, capaces de negar la evidencia con tal de mantener sus posiciones por encima de todo.

La consecuencia, en fin, es que van a seguir erre que erre. Como si no hubiera pasado nada. Por tanto, vamos a tener "pasión de catalanes" (expresión que tomo prestada de Carlos Herrera) durante mucho tiempo. Entre otros motivos, porque creen que, si ahora no lo han logrado, tarde o temprano conseguirán sumar a sus posiciones el número suficiente de catalanes. Es cuestión de tiempo. Y no les falta razón, porque tienen a su disposición un sistema educativo trufado y unos medios de comunicación cómplices.

A propósito del País Vasco y de Cataluña, no son pocos los que estos años pasados han manejado el argumento de que se permita celebrar en esos territorios un referéndum de autodeterminación, una votación que -dando por supuesto que ganaría el no- zanje definitivamente la cuestión.

Razonamiento equivocado. Porque el buen nacionalista nunca se considerará derrotado aunque pierda una consulta de ese tipo, y la siguiente y la siguiente. Lo volverá a intentar sin descanso. Hay precedentes acreditados. Uno de ellos es el conocido caso de Quebec.

Tendremos, pues, que llenarnos de paciencia y disponernos a no tirar la toalla en ningún caso, ni ahora ni después. Lo bueno es que, al menos esta vez, el desafío ha sido derrotado. Hasta la próxima.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

 
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