Dos presidentas frente a frente: Ayuso versus Yolanda Díaz
Isabel Díaz Ayuso y Yolanda Díaz se han convertido en las dos políticas (digo políticas) con mayor proyección nacional. Y hasta, por qué no decirlo, a nivel de Estado.
Las dos proclaman que apuntan al máximo, a la presidencia. Con matices, porque, al menos en un caso, parece que habla de presidir “el país”. Lo cual, puesto que no es miembro de la familia real, implicaría implantar en España la república.
Vamos por partes. Respecto a la líder madrileña Isabel Díaz Ayuso, su aspiración no es de ahora. Casi desde el principio dio a entender que buscaba la máxima proyección política. Es decir, que su meta era, y es, la presidencia del Gobierno.
Gran parte de la bronca con Pablo Casado tuvo que ver con que el entonces presidente popular intentó frenar las ofensivas de la hasta ese momento su amiga, que trabajaba por hacerse con el mando del partido a nivel regional, pero con la mirada puesta en lo nacional. Es decir, en hacerse un día, no lejano, con la dirección absoluta del PP, y, en lógica consecuencia, ser candidata a la presidencia del Gobierno.
Aquella guerra la perdió Casado por goleada. El sucesor, el prudente y taimado gallego que es Alberto Núñez Feijóo, tomó buena nota, y ya tiene ‘pactado’ con la madrileña que le dejará el paso libre en las siguientes elecciones generales, no las de 2023 sino las de 2027, con el argumento de que entonces él será muy ya mayor, y de que, al contrario, por edad ella tiene años por delante.
E incluso está dispuesto a hacerlo antes, porque tiene decidido retirarse si no gana las generales de diciembre.
El acuerdo está firmado y, por ahora, Ayuso parece respetarlo.
Sobre sus aspiraciones máximas, lo ha vuelto expresar muy recientemente, sin ambages, a propósito de las elecciones de mayo: “No tengo rivales en Madrid. Compito contra Sánchez”.
Además de acusar el presidente de traicionar y despreciar Madrid, Ayuso sostiene que Sánchez, que por lo visto ha entendido la amenaza, pretende hacerle sombra: “Si tienen algún acto en la capital, por ejemplo una inauguración, tratan de ponerlo cuando creen que yo no puedo asistir”.
En el caso de Yolanda Díaz, la operación Sumar mira mucho más allá de presidir una formación de izquierdas a la izquierda del PSOE, e incluso, por lo visto, más allá de llegar a La Moncloa como jefa del Gobierno. Ella quiere ser presidenta de la república. No extraña demasiado, dada su filiación y militancia comunista.
Así hoy que interpretar, de forma literal, su proclama diciendo que se ha propuesto ser “la primera presidenta de España”. De España. Lo dijo en el solemne acto de proclamación y presentación de Sumar.
Y no se trataba de un lapsus, no fue una equivocación, porque repitió esas mismas palabras hasta tres veces. “Quiero ser la primera presidenta de España”.
Claro, que, si llegara un día, hoy bastante improbable, de que este país se convirtiera en república, no tengo la menor duda de que Isabel Díaz Ayuso tratará de disputar a Yolanda Díaz el supuesto privilegio de ser la primera “presidenta de España”.
Será una guerra de presidentas, que en alguna medida está ya incoada. En el caso de Díaz con más incertidumbre, porque, si Sumar no se convierte en tercera fuerza, necesitada por Pedro Sánchez por alcanzar mayoría y formar Gobierno, entonces el destino de la vicepresidenta segunda habrá quedado zanjado. Ni vicepresidenta, ni presidenta, ni nada.
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