José Apezarena

Los reyes no pueden mandar mails ni chatear

Se publicó ayer el contenido de varios mensajes intercambiados por los reyes de España con el empresario Javier López Madrid, yerno de Villar Mir, implicado en el caso de las tarjetas 'black' de Cajamadrid, además de también denunciado por un presunto asunto de acoso.

La información fue una exclusiva de eldiario.es, al que felicito periodísticamente por la noticia.

Durante una reunión con profesionales ayer mismo, a propósito de mi último libro, sobre la historia de Europa Press, uno de los presentes se acogió a mi condición de experto en asuntos monárquicos para plantear si esas informaciones se habrían difundido en el caso de que fuera don Juan Carlos quien continuaba en el trono y no su hijo, el actual monarca, Felipe VI.

Mi respuesta fue que habrían salido a la luz igualmente. Han caído ya muchos muros y prácticamente nada queda sin publicar en estos momentos, ni siquiera aunque afecte a la Jefatura del Estado. Y no me parece mal. Soy partidario de la claridad, de que las cosas se sepan, afecte a quien afecte, pero mucho más en el caso de instituciones y personas con esa proyección pública.

Aunque creo que tienen que estar al cabo de la calle, y mucho más tras haber visto publicados los mensajes intercambiados con López Madrid, sin embargo, y por si aún no la saben, tengo que decir a los reyes que se olviden de utilizar los mensajes por Internet, e incluso los chats, y cualquier otra comunicación susceptible de ser conservada o grabada, si su voluntad es que nunca puedan salir a la luz.

Ni siquiera aunque pueda parecer lo más intrascendente del mundo, porque en su caso prácticamente nada resulta intrascendente. Y habrá que cruzar los dedos para que en el futuro no se filtren otros intercambios.

Lo que han practicado hasta ahora, hecho está. Eso no tiene remedio ni vuelta atrás. Pero sí cabe, parece obligado, una rectificación de cara al futuro.

Ya sé que la conclusión puede resultar muy desalentadora. Pero, si apuestan por conseguir una privacidad total, han de asumir que la única manera es prescindir de esos procedimientos de comunicación. Incluso, repito, para mensajes protocolarios e intranscendentes. Porque, con los actuales medios técnicos, todos los canales son al final accesibles. Si no respecto del emisor, en este caso Felipe VI y Letizia, sí son vulnerables los receptores, que en principio no están protegidos por sistema alguno de seguridad, encriptados, etc.

Otra cosa es que les dé igual que puedan producirse filtraciones, escuchas y demás fugas.

 

Desde luego, no constituye una buena noticia para Felipe VI y Letizia haberse visto en los medios a propósito de los mensajes que intercambiaron con Javier López Madrid, siendo así que aparecen en un entorno tan vidrioso como el escándalo de las 'black'. Pero menos aún que se refleje la antigua y estrecha amistad que mantenían con él.

Es que no es la primera vez que se insiste en el peligro que los amigos pueden suponer para los reyes y las reinas.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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