José Apezarena

¿Por qué los sindicatos se dedican a hacer política descaradamente?

Unai Sordo y Pepe Álvarez
Unai Sordo y Pepe Álvarez

En plena batalla de Pedro Sánchez por conseguir la investidura como presidente del Gobierno, los secretarios generales de los dos sindicatos más conocidos, Pepe Álvarez, de UGT, Unai Sordo, de Comisiones Obreras, acudieron a la prisión de Lledoners. Una iniciativa bastantes sorprendente, dada su condición y oficio.

¿Por qué un viaje así, al unísono, en comandita? Actuaron como mensajeros del líder socialista, que les envió a Cataluña para convencer a Oriol Junqueras de que permitiera la investidura del candidato. Y, por lo que después se ha visto, tuvieron éxito en esa misión.

Ahora, los mismos dos dirigentes sindicales se han entrevistado con el presidente del Partido Popular, y, tal como han reconocido a la salida, han trasladado a Pablo Casado el mensaje de que hay que "bajar el nivel de crispación dentro de la política del país".

Según Unai Sordo, le han planteado “que España necesita otro Partido Popular". Que el PP tiene que asumir otras posiciones, porque van a ser necesarios determinados consensos.

O sea, dos mensajes directamente políticos.

¿Por qué se han convertido los líderes sindicales en correveidiles?

¿Por qué se dedican ahora a hacer política, intentando influir en el PP y en su líder?

¿Será porque sufren problemas de financiación? Hay que recordar que una de las promesas que les ha hecho Pedro Sánchez es que va a recuperar los sistemas de financiación sindical que suprimió Mariano Rajoy.

¿Será también porque sus señores naturales, o sea, los trabajadores, les están abandonando de forma masiva, y, como consecuencia necesitan buscar otros cometidos distintos de los estrictamente sindicales?

 

Ocurre que la negociación colectiva no vive su mejor momento y que los sindicatos tienen muchas dificultades para atraer nuevos afiliados.

Lo del abandono de la clase trabajadora es ya una realidad sangrante. Aquí está el dato: la afiliación sindical en España ha alcanzado su nivel más bajo en 30 años

Según un informe reciente de la OCDE, el nivel de afiliación sindical en España alcanza al 13,7% de los asalariados, la cifra más baja desde 1990.

La proporción de trabajadores que forman parte de organizaciones sindicales no ha dejado de caer con suavidad, pero de forma continua, desde principios de la década.

A lo que se añade el hecho de que, desde los primeros años de la democracia, se ha mantenido en niveles relativamente bajos: el punto álgido se registró a mediados de los noventa, cuando se acercó al 20%.

¿Las causas del declive? Según la OCDE, escándalos dentro de los propios sindicatos, un tejido empresarial dominado por las microempresas, la resaca de una crisis económica de dimensiones históricas, la precariedad laboral, la pérdida de peso de los asalariados fijos a tiempo completo, el surgimiento de nuevas iniciativas de organización de trabajadores...

Total, que por lo visto Unai Sordo y Pepe Fernández están buscando otros horizontes personales. En la política. Y si, con ello, Pedro Sánchez les garantiza la financiación... mucho mejor.

editor@elconfidencialdigital.com

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