Las trifulcas políticas ya no impactan

Los altercados de Vallecas por el acto de Vox han centrado gran parte del debate político en las últimas horas. Y se han visto imágenes tremendas de grupos organizados enfrentándose a los policías (veintiún agentes heridos)

Tengo la convicción de que ese tipo de situaciones, es decir, las escenas de violencia, los intentos de coartar por la fuerza la libertad de expresión y de manifestación, incluidos también los acosos individuales y los escraches, merecen el rechazo de gran parte de los ciudadanos, sean quienes sean las, por así llamarlos, víctimas.

Y, en ocasiones, lo que provocan es una reacción de solidaridad, y hasta de apoyo, hacia quienes las sufren, sean quienes sean, repito, los que las padecen. Es que la expresiones radicales de rechazo producen a veces el efecto contrario a lo que desearían sus promotores.

Opino, en fin, que este país no está por la violencia. De ningún signo. Que no nos parece nada normal el recurso a la agresión. No nos acostumbramos. Y sostengo que quienes la promueven o practican logran el efecto contrario, porque se enajenan el visto bueno de la ciudadanía.

Pero, si no nos acostumbramos a la expresiones violentas, y es muy de agradecer, parece que, por el contrario, las peleas políticas están hastiando al personal y empiezan a pasar de ellas. Al menos empieza a ocurrir en el campo económico.

Un dato fresco lo muestra: el Índice IESE de Incertidumbre Económica acaba de concluir que las trifulcas políticas no impactan en la situación económica. Como lo oyen.

Según la prestigiosa escuela de dirección de empresas de la Universidad de Navarra, número 1 del mundo en programas de formación de directivos en el ranking del Financial Times, en el mes de marzo ha disminuido ligeramente la incertidumbre económica en España. No hay novedades económicas reseñables, y, en fin, las trifulcas políticas no impactan en la incertidumbre.

El índice refleja estabilidad con una ligera bajada, muestra de que la situación económica se mueve dentro de los parámetros previsibles.

Todas las componentes del índice han disminuido, salvo la incertidumbre sobre el precio del petróleo, que ha aumentado de 79 a 97 puntos. La incertidumbre sobre la bolsa ha disminuido 7 puntos, situándose en los 93. La incertidumbre sobre el tipo de cambio dólar-euro ha disminuido 12 puntos pasando de 103 a 91, mientras que la incertidumbre sobre la deuda española ha disminuido 16 puntos hasta los 93.

La política, concluye el informe, ya no afecta a la incertidumbre y no hay ninguna noticia que haga pensar en nuevos sobresaltos en la actividad económica

Esa estabilidad en la incertidumbre económica con ligera tendencia a la baja, comenta el profesor Miguel Ángel Ariño, responsable del estudio, "indica que se tienen ya asumidas las consecuencias económicas de la actual pandemia y que ya nos estamos acostumbrando a las batallas políticas".

Así que parece que el sentido común gana terreno en el ámbito empresarial y económico, donde ya no se asombran ni se asustan por el guirigay político.

Si así reaccionan en esos ámbitos, sin embargo no estoy tan seguro de que los ciudadanos lo miren con tanta distancia. No veo tan claro que las polémicas, altercados y descalificaciones personales, que ahora se han acentuado con ocasión de las elecciones autonómicas en Madrid, no afecten a la tranquilidad de espíritu y a la claridad de juicio de los votantes.

Hay mucho en juego con las elecciones de Madrid, queda campaña por delante, y me temo que la batalla política, las trifulcas, como lo llama el índice citado, no han hecho más que empezar. Paciencia.

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