Javier Fumero

Qué feo es faltar a la verdad, queridas lideresas

Estamos en campaña electoral en Andalucía. Y en el resto de España, calientan motores los miles de políticos que acuden a las municipales de mayo. Por eso parece buen momento para recordarles a todos una consigna irrenunciable: prohibido mentir.

Es una obviedad pero no lo digo en broma. Les pongo dos ejemplos recientes protagonizados por las dos lideresas de moda.

1. Esperanza Aguirre llevaba mucho tiempo persiguiendo la alcaldía de Madrid. Era un sueño no cumplido. La ex presidenta de la Comunidad, que conoce a la perfección el ayuntamiento de la capital, donde trabajó trece años, aspiraba a ser candidata y así lo admitía en privado.

Ese dato llegó hasta la redacción de este confidencial, por boca de una persona que se lo había escuchado a ella misma. Y lo publicamos… ¡el 12 de noviembre de 2012! Hace unos dos años y medio.

Recuerdo perfectamente lo que sucedió unos días después. Un profesional del equipo de Esperanza Aguirre llamó con cajas destempladas.

Exigía una disculpa. Aquello era mentira: Aguirre no aspiraba al ayuntamiento de Madrid. El 17 de septiembre de aquel año 2012 había dado un paso atrás y era definitivo. Se marchaba, lo dejaba. No había vuelta atrás. Debíamos rectificar.

2. Susana Díaz llevaba tiempo diseñando un adelanto electoral en Andalucía. Había varios factores que la animaban a ello: quería liberarse de esa pesada carga llamada Izquierda Unida, todas las encuestas le daban ganadora y el PP transitaba grogui con un candidato bisoño y sin rodaje.

Este confidencial reunió las ideas principales sobre las que trabajaba la presidenta de la Junta de Andalucía y el 12 de diciembre de 2013 publicó que Susana Díaz preparaba este órdago. Sin embargo, aquel movimiento no prosperó. Rubalcaba frenó la iniciativa desde Madrid, que le abría otra vía de agua en su débil liderazgo y Susana aceptó esperar.

Pero el pasado verano se volvió a reabrir el debate. Susana Díaz negociaba los presupuestos con sus socios de IU y todo eran disputas y tensiones. La amenaza fue tajante: habría adelanto electoral si los comunistas seguían insistiendo en subir impuestos (y Podemos quedará por delante de Maíllo y compañía).

 

ECD publicó el 27 de agosto un pormenorizado relato de los hechos. Sólo cinco días más tarde, Susana Díaz salió a la palestra para asegurar que las relaciones con su socio de gobierno eran estupendas. Todo iba a las mil maravillas. Ella iba a agotar la legislatura.

La política tiene estas cosas.

Más en twitter: @javierfumero


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