El control se realizará desde los ministerios

200 altos cargos desembarcarán en Cataluña para poner orden en la Generalitat

El Gobierno tiene listo un plan de urgencia que contrarreste las desobediencias o dimisiones en los segundos y terceros niveles de consejerías y empresas públicas

Comisión de Secretarios de Estado y Subsecretarios.
Comisión de Secretarios de Estado y Subsecretarios.

El Gobierno da por hecho que la desobediencia o las dimisiones de altos cargos de la Generalitat se irán extendiendo por consejerías y empresas públicas tras el cese de Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, los miembros del Govern y su personal de máxima confianza. Por ello, Moncloa ya tiene listo un plan de urgencia para un relevo ordenado.

El Ejecutivo deberá cesar el próximo sábado al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al vicepresidente Oriol Junqueras y al resto de consejeros catalanes.

El diario El País publica este lunes que el Gobierno cuenta con que los 180 altos cargos del Govern y las decenas de responsables de las empresas públicas sigan en sus puestos para que lleven la gestión ordinaria de la Administración autonómica.

Pero deja claro que ese es simplemente el deseo del Ejecutivo. Apuesta por ese escenario de relevo natural en los puestos de dirección de la Administración catalana, y que a los consejeros les sustituya el segundo o el tercero de cada departamento.

En cualquier caso, si los altos cargos de la Generalitat se niegan a acatar la legalidad, el Gobierno tiene también previsto su cese en Consejo de Ministros.

200 altos cargos están listos para ser enviados

Por lo pronto, no hay intención de que funcionarios o altos cargos de la Administración central desembarquen en Cataluña para sustituir a las autoridades catalanas.

Sin embargo, según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes próximas a La Moncloa, el Gobierno tiene listos a 200 altos cargos del Estado, que serán enviados a Barcelona en caso de desobediencia o desbandada importante en los segundos y terceros niveles de las consejerías y empresas públicas.

La Generalitat, según sus propias cifras, tiene 202.383 empleados, de los que 180 son altos cargos y 333 altos directivos. Sus puestos quedan a disposición del Gobierno, así como los 12.552 trabajadores laborales temporales que reconoce tener el Govern.

Motines y encierros contra la intervención

Tal y cómo se contó en ECD, los confidentes con los que cuenta el Ejecutivo en el seno de la Generalitat vienen advirtiendo de una serie de movimientos, en varias consejerías, para impedir que el Estado tome el control de los diversos departamentos del Govern una vez aprobada esta semana la aplicación del artículo 155.

Así, y según la información de la que dispone el Gobierno, cargos y funcionarios de varias consejerías catalanas han manifestado, en los últimos días, su intención de amotinarse y encerrarse en las diferentes sedes institucionales. El plan, señalan, tiene como finalidad evitar la intervención estatal en sus centros de trabajo.

 

La idea de Moncloa es mantener en sus puestos a todos los altos cargos, salvo que trabajen “para la independencia de Cataluña”. El trabajo de control se hará desde los ministerios en función de las consejerías que tengan asumir.

Así las cosas, la intervención del Estado en la Administración catalana será progresiva. El plan contempla ir adquiriendo, de forma escalonada, el control de cada una de las consejerías de la Generalitat.

De esa manera, aseguran las fuentes consultadas, “se evita un motín global” en todas las instituciones del Govern y se inicia un “periodo de transición” que, a la vez, favorece que “las cosas se vayan calmando poco a poco”.

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