Empresarios modélicos: ¡A formarse tocan!

Mi amigo Nacho me explica lo sufrido que ha sido especialmente este mes de enero para él y para muchos pequeños empresarios como él, a quienes estos tiempos difíciles les afectan especialmente. En concreto, han afrontado pagos extras de IVA, IRPF, nóminas (lógico), aumentos, etcétera. Calcula que sobre el total de lo que él consigue facturar el Estado se queda con un 40%, y para afrontar ese pago de impuestos ha de hacer verdaderos esfuerzos incluso hipotecando sus bienes personales. Pero, como contrapartida… ninguna facilidad, ninguna ayuda, y después algunos se escandalizan al detectar economía sumergida y encima se despierta la obsesión fiscalizadora. No les parece que un gran avance sería motivar las buenas prácticas empresariales de una manera menos recaudatoria, sin intimidaciones.

Sí, estoy de acuerdo con Nacho, pues me informo por otras fuentes y constato que las Pymes y los trabajadores autónomos están ahogados por los impagos y la falta de crédito, hay más impuestos sobre el ahorro, aumenta el IVA e incluso se duda en permitir paralizar su recaudación aunque la factura esté sin cobrar.

Además, no nos equivoquemos, son los empresarios pequeños y medianos la clave productiva de nuestro país. Y son los que pueden crear más puestos de trabajo. Es la de empresario, profesión de gran responsabilidad económica y social. ¿Para cuándo, pues, más inversiones productivas, rebajar impuestos a emprendedores, ampliar modelos de producción y hacer reformas estructurales? Sería una eficacísima manera de fomentar la incorporación de los jóvenes al mercado laboral, con fórmulas flexibles, para reducir la barbaridad que consiste tener un 44% de paro juvenil.

Me viene a la memoria, relacionándolo con la pasividad de los poderes públicos en estos asuntos, el refrán “abre la puerta a la pereza y entrará en tu casa la pobreza”. Y es que la difícil situación económica es también consecuencia de cierta dejadez e imprudencia. Amigos, toca ya reconocer la realidad, eso es ser optimista de verdad y es lo que más va a ayudar a mejorarla.

En ese ponerse manos a la obra creo que nos puede venir al pelo, a todos, políticos, patronales, comités de empresa, gobernantes y ciudadanos en general, la reflexión sobre el siguiente sucedido. Fue al final de una entrevista, en plena transición, cuando le preguntaron a José Luis López Aranguren qué veía necesario para construir un país más próspero, una democracia más asentada, y qué obstáculos principales percibía con su sabiduría de magnífico filósofo y su gran experiencia vital. Contestó, solemne y grave, que había observado una creciente pereza, generalizada en multitud de ambientes, un déficit de moral profesional; exactamente dijo: “una crisis de laboriosidad”. Y enseguida añadió otro consejo ético que daba: la necesidad de participar más activamente en política, no delegarlo todo a los partidos, no conformarse con acudir a votar en tiempo electoral y ya está. Pues, tomemos nota, ya que todavía hoy, seguro que con honrosas excepciones, parece darse esa flojera, esa falta de exigencia, ese aburguesamiento que a todos se nos pega.

Por contraste, y para constatar que sí se hacen cosas bien, quiero mencionar algo que entiendo como de vital importancia para una verdadera salida del pozo de la crisis: La necesidad de ¡formación, formación, formación! Y me vienen a la cabeza algunas excelentes escuelas de negocios que tenemos en nuestro país.O, por ejemplo, un evento que precisamente tiene lugar el 24 y el 25 de febrero en Madrid, en IFEMA: El IX Congreso Internacional y Feria profesional Expoelearning 2010, la mayor feria comercial que se realiza en España dedicada al sector de la formación on line. Capitaneada por Josep Lozano, presidente de AEFOL, esta cita imprescindible va a facilitar la colaboración entre todos los agentes implicados en el sector de la formación: profesionales, empresas, centros de formación, instituciones y administración pública, estudiantes y usuarios del e-learning.

Vaticino que será una fiesta de inteligencia, creatividad e intrepidez empresarial, siempre con el preciado sello característico de los organizadores: la comprensión de las organizaciones desde el ser humano y a la medida del ser humano. Es así que se verán nuevas tendencias y estrategias formativas dentro de la empresa, se debatirá sobre diferentes implantaciones y visiones de e-learning, con conferencias y los mejores casos prácticos del año en los sectores más relevantes de nuestra economía.

Para abrir boca, me permito citar a Javier Fernández Aguado, principalísimo pensador de prestigio internacional en el área de la dirección de empresas, que en el marco de ese IX Congreso reunirá a más de una treintena de líderes mundiales en Management, en un Symposium que lleva su nombre. En unas declaraciones del mes pasado en ABC, venía a decir que las ventajas competitivas –el “por qué me compran”- que ha de tener siempre en cuenta un empresario, es demasiadas veces substituido por el “cuánto gano”. No puedo estar más de acuerdo pues, como él, pienso que ese desequilibrio ético se ha de restaurar y será medio necesario para salir de una crisis que todo el mundo sabe que posee raíces que no son sólo económicas.

Pues, venga, a valorar más y hacer más visibles a tanto empresario modélico, que los hay. Y que la batalla de la formación y la excelencia nos una a todos.

 
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