Tiempo de estudiar y trabajar
Sería largo explicar las razones para hoy trabajar más que nunca, no pienso detenerme en ello y espero no sufrir la coacción de piquetes “informativos”. Y como seguro que ustedes también gustan de hechos y no sólo de palabras, el caso es que correspondo ahora a una buena amiga madrileña que me adelantó el recién publicado informe español del “Panorama de la educación. Indicadores de la OCDE 2010”
Mi resumen sería: Hemos de mejorar todavía mucho más. La educación es un asunto de Estado, cueste lo que cueste. Todos nos hemos de implicar.
Y estoy totalmente de acuerdo con la secretaria de Estado de Educación y Formación Profesional, Eva Almunia, cuando dice que: "Necesitamos más titulados en Formación Profesional y cuadros técnicos", pues, efectivamente, tal escasez empuja a los universitarios a empleos por debajo de su formación. Y se ve, negro sobre blanco, que aunque tengamos un porcentaje de licenciados superior a la OCDE (29%), es gravísimo que todavía un 49% de ciudadanos sólo haya realizado estudios básicos.
También sorprende saber que el 44% de los titulados superiores españoles de entre 25 y 29 años ocupan puestos de trabajo de cualificación inferior a sus estudios, frente a la media del 23% OCDE. Y que en 2008, los titulados españoles en FP de grado medio fueron un 38%, 14 puntos por debajo de la media de la UE (52%). A ver si todos comprendemos de una vez que para mejorar el mercado laboral urge equilibrar la cantidad de titulados universitarios con la de técnicos profesionales. ¡Algo más habrá que hacer!
Otro dato significativo es que somos el segundo país de la UE con un mayor porcentaje (19,4%) de jóvenes –entre 20 y 24 años- que ni estudian ni trabajan. Y a eso hay que añadir el fracaso escolar crónico, pues sólo el 73% del alumnado consigue el Graduado en Secundaria, frente al 83% de la UE-19.
Y si hablásemos de inversiones económicas, sepamos que mantenemos un gasto educativo destinado a educación en un 5’11%, muy por debajo de la media de la OCDE que es el 6,2%. Es claro que es preciso aumentar el gasto público destinado a la educación. Y más cuando todo el mundo sabe que esa es una inversión muy rentable. Está totalmente contrastado en este informe que por cada euro que invertimos en educación, España recupera dos a través de los impuestos. Y algo habrá que hacer, pues en el conjunto de los países de la OCDE, por cada euro que se invierte, la sociedad recupera tres. Por eso, en el citado informe se nos recuerda que «tanto desde el punto de vista económico como social, la inversión es rentable porque produce beneficios individuales y colectivos».
No obstante, no olvidemos que si de verdad el deseo y el objetivo es que los resultados en educación sean óptimos, esto pasa necesariamente por un profesorado motivado y que vea dignificada su labor docente. Incluso superando los planteamientos sólo economicistas en educación. ¿O es que queremos ignorar que, por ejemplo, los profesores españoles, sin suficiente reconocimiento profesional, sin estatuto y en medio de recortes y estrecheces, imparten un número de horas lectivas por encima de la media de la OCDE? La atención al profesorado debe ser prioritaria y el ser maestro o profesor ha de ser más estimulado por la sociedad.
Pues ¡ea! ¿Para cuándo unas medidas estructurales efectivas contra el abandono escolar? ¿A qué esperan las autoridades del ramo para aumentar la inversión, rectificar el fracaso escolar con modelos pedagógicos mejores, una formación profesional más valorada y una mayor atención a la diversidad que tenemos en las aulas? A ver quién le pone el cascabel de estas reformas necesarias, al gato de un sistema educativo, que más parece maquinaria ideológica de piñón fijo.
Para acabar, quiero decir que por supuesto se ha de respetar el derecho constitucional de huelga, pero también pienso que se ha de reservar en el tiempo y el modo más eficaces para defender, de verdad, los derechos de los trabajadores. No puede montarse una huelga de conveniencia, de unos sindicatos de clase y de un gobierno que llevan demasiados años encamados, ajenos a la terrible realidad de los casi 5 millones de parados que hay en España.
El drama de las políticas verbeneras y del creciente desempleo, estos son los problemas por los cuales ya hace mucho tiempo todos deberíamos haber salido a la calle, frente a unos gobernante cínicos y derrochones, por no decir más…
Hoy, es tiempo de estudiar y de trabajar, ¡y mucho!
