‘Navajeo’ parlamentario

Nuestros políticos, en plena campaña electoral, podrían conformarse con insultarse y decir tonterías en los mítines. Pues no. También aprovechan el parlamento y se van de mítines a la Carrera de San Jerónimo.

Pero como allí todos se conocen y se llaman ‘señorías’ y están en el marco de la soberanía nacional y son los representantes del pueblo, pues se desatan incluso más que en los mítines. Y ahora han empezado con el ‘navajeo’ de taberna de la picaresca del siglo XV o XVI.

Que Soraya Rodríguez se despache con lo de los sobresueldos que ha cobrado la otra Soraya, Sáenz de Santamaría, en su ‘puta vida’, no es de recibo.

Los políticos pueden decirse lo que quieran, sacar las navajas, insultarse y hasta mentirse y mentirnos, que es lo habitual; pero con los problemas que se supone que tiene España, desde la economía a Cataluña, pasando por el paro o los problemas con leyes que siguen en el alero, no parece que lo más apropiado para un parlamento sean las navajas.

Por otro lado siempre queda el resabio del río que suena porque algo lleva y tampoco la clase política está como para tirar cohetes en materia de popularidad.

Posiblemente, a la vista está, esa falta de popularidad –desafección lo llaman-  sea más que merecida, pero tampoco es bueno para la vida democrática -y la abstención que todos los partidos temen en las europeas es buena prueba de ello.

El rifirrafe de las dos Sorayas ayer en el Congreso de los Diputados, con las navajas en alto, fue todo un bochorno que no debería repetirse ni siquiera en campaña electoral.

 
Comentarios