Váyase, Maradona

Produce indignación sino fuera porque da pena. A alguien que lo pudo tener todo y, convertido en una especie de despojo humano, arrastra su tragedia desde la Habana a Buenos Aires y de Cuba a Argentina.

Pero sigue siendo noticia (?) y cada poco tiempo se descuelga con algunas declaraciones que, para más "inri" tienen su correspondiente eco en algunos medios de comunicación.

En su última comparencencia, camino de Cuba para una nueva cura de desintoxicación, a lo que sea, se ha descolgado el ex ídolo con ataques al Papa, a la Iglesia, a Bush y al Real Madrid. Un totum revolutum de una mente sumida en la incapacidad más flagrante, un auténtico delirio provocado por vaya usted a saber qué sustancias.

Pero el problema no es la situación de Maradona por penosa y lamentable que sea, el problema llega de la mano de quienes le dan cancha y le siguen tratando desde un punto de vista informativo como si fuera alguien, como si tuviera algo que decir o como si todavía pudiera ser referente de algo o de alguien.

Nunca fue un ejemplo para nadie ni de nada, pero ahora aún menos. Si alguien le tuvo como ídolo, puede ir dándole de baja en la nómina, mejor dicho, debería haberle descartado hace mucho tiempo. No solo nunca ha sido un buen ejemplo ni como deportista, ni como persona sino que siempre ha sido un mal ejemplo de amabas cosas.

Por eso hay que decir no, a esas noticias (?) de Maradona con las que, periódicamente, se nos obsequia desde algunos medios. No es labor de los periodistas dar espacio o papel a quienes no lo merecen y Maradona ni siquiera por sus escándalos o por sus declaraciones insultantes es acreedor a una sola letra en un periódico.

Si acaso hay que agradecerle que, con su actual situación, incluso con su visible ruina física, sirva de espejo para esos jóvenes que creen que todo vale en la vida y que la juventud puede con todo. Ni todo vale, ni los pocos años pueden con todo. En esto Maradona es un ejemplo a observar y del que sacar consecuencias.

 
Comentarios