Alfonso Guerra o “La Cenicienta del Palace”

Alfonso Guerra y Felipe González (Foto: Marisa Flórez).
Alfonso Guerra y Felipe González (Foto: Marisa Flórez).

Si las relaciones entre Felipe Gonzáles y Alfonso Guerra no se hubieran deteriorado y su sintonía política y personal estuviera vigente, se podría dar como seguro que un tipo como Sánchez, no estaría al frente del Partido Socialista.

“La Cenicienta del Palace” es una comedia musical de Luís Escobar que se  estrenó en los años 60 y que, alrededor del emblemático hotel, contaba las historias de dos gemelas, en sucedidos propios de ese tipo de musicales.

No es que Alfonso Guerra sea ninguna cenicienta, pero sí es verdad que alguien ha querido reducirle a ese papel en la celebración de los 40 años de la gran victoria socialista a manos de Felipe Gonzáles y del propio Alfonso Guerra.

Y ya se ve que la ley esa de la cosa histórica recién entrada en vigor, ya está dando sus frutos, porque de un plumazo o de un “photoshopazo”, alguien se ha cargado la famosa foto de los dos líderes triunfadores de aquellas elecciones, e incluso se rumorea que se había pensado, gracias a la tecnología,  sustituir ambas efigies por la de Sánchez.

Si las relaciones entre Felipe Gonzáles y Alfonso Guerra no se hubieran deteriorado y su sintonía política y personal estuviera vigente, se podría dar como seguro que un tipo como Sánchez, no estaría al frente del Partido Socialista.

Dice Alfonso Guerra que le han quitado de la foto del Palace como hacían los dirigentes soviéticos con quienes habían caído en desgracia dentro de los muros del Kremlin. Además afirma que este PSOE no tiene nada que ver con aquel que él vivió y que no le gusta.

Hay que tener muchos c……s para que un socialista con 120 escaños, gobernando en precario y gracias a coaliciones vergonzosas y a concesiones vergonzantes, borre de una pincelada a un dirigente histórico que, con sus luces y sus sombras, sus aciertos y sus errores, brillante y eficaz y que contribuyó de forma decisiva a que el PSOE llegara al Gobierno con 202 escaños en el Congreso y 134 en el Senado y prácticamente habiendo logrado la mitad de los votos emitidos válidamente, pretenda hacerle desaparecer de la historia y hay que tener una cara de cemento armado, para argüir un fallo en la organización de los actos en Sevilla. 

Lo más trágico para el que ha borrado de la foto del Palace a Alfonso Guerra, es que no solamente no ha conseguido hacer desaparecer su cara de la foto sino que ha ensalzado su figura ante propios y extraños.

Alfonso Guerra, supuesto defenestrado por el “sanchismo”, ha adquirido una relevancia que, aun no haciéndole falta, le ha colocado en primer plano en todos los ámbitos, cosa que -para desgracia del PSOE- nunca ocurrirá con el responsable del manejo arbitrario del Photoshop.

 

Cada uno acaba ocupando en la historia el puesto que realmente le corresponde y el puesto de Alfonso Guerra estará siempre a años luz del que ocupe su defenestrador.

Lo que no está nada claro es el puesto que, en toda esta historia, está ocupando Felipe Gonzáles entre silencios, ambigüedades y malas caras.

El “sanchismo” no solamente pretende cambiar, tergiversar, manipular y ocultar la verdadera historia de España sino que también oculta, manipula, tergiversa y cambia la verdadera historia del PSOE.

La carcajada: Dice Montero (la de la cosa fiscal) a propósito de lo de la sedición y la aprobación de sus cuentas: “En el fragor de este debate de presupuestos, no siempre uno termina de completar la frase”.

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