Por la boca… Ser campeones tiene estas cosas

Y es que las bocas se desatan o se calientan, como se dice ahora, para proferir más y más tonterías. Y, como casi siempre, son nuestros políticos los que se uncen al carro de los despropósitos, de las frases tontas y de los razonamientos sin sentido.

En el mismo instante en el que Andrés Iniesta marcaba el gol de la victoria frente a Holanda que nos hacía campeones del mundo, e incluso antes de que mostrara –gran detalle- la camiseta de homenaje a Dani Jarque, ya estaban los gabinetes de los políticos creando frases para ponerlas a disposición del líder en cuanto viera un micrófono a un palmo de su nariz. Y a soltar por esa boquita.

Y así hubo que escuchar a Elena Salgado decir con voz campanuda: ‘Ganar el Mundial aumentará la confianza en la economía española dentro y fuera del país y será bueno para el PIB’

María Dolores de Cospedal no quería quedarse atrás y afirmaba seria: ‘Si los españoles están unidos y al margen de las ideologías, pueden conseguir lo que se propongan’

Por su parte, Moratinos declaraba: ‘Estamos muy orgullosos de esta victoria que aumentará las importaciones y exportaciones’.

Y así una sarta de vaciedades con las que se nos quería convencer de que el gol de Iniesta sirve para un roto y para un descosido. Sí es cierto que valió para ganar la final de un Mundial de fútbol, pero para lo que de verdad sirve un gol es para arreglar el PIB, el problema de la balanza de pagos, el de nuestro prestigio en los mercados internacionales, el lío del paro y hasta la unidad patria. E incluso vale para poder prescindir de las ideologías y todos juntos volver a descubrir América.

Es lo de siempre, los políticos a sacar tajada de cualquier acontecimiento, y a retratarse, y a ser los protagonistas del recibimiento, y a nombrar hijos adoptivos y predilectos a diestro y siniestro, que eso da votos.

Hasta Carmen Chacón –tan españolísima ella- se ha llevado una camiseta de la selección en su viaje a Afganistán, que como se entere Carod Rovira le pone la cruz.

Lo dijo Andrés Iniesta cuando le tocó hablar: ‘Si lo sé, no meto el gol’. Lo que no sabía el grandísimo futbolista de Fuentealbilla es que su gol nos iba a sacar de todos los apuros políticos y económicos.

 

El único que, por una vez y sin que sirva de precedente, dijo algo sensato fue Cándido Méndez: ‘Alegría y confianza en nuestra selección, pero confianza en nuestra situación económica, no tenemos ninguna’.

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