Miguel Ángel Gozalo y Antonio Burgos, dos maestros del periodismo

Antonio Burgos, cuando recogió el Premio a la Trayectoria Profesional en la 38ª edición de los Andalucía de Periodismo.
Antonio Burgos, cuando recogió el Premio a la Trayectoria Profesional en la 38ª edición de los Andalucía de Periodismo.

Así es el periodismo. Casi al mismo tiempo, y como dos latigazos, llegan las noticias de la muerte de dos periodistas ilustres, dos periodistas, con dos formas muy distintas de concebir y de ejercer su vocación, pero dos señores de esta bendita profesión, dos hombres de una pieza, dos buenas personas y dos eminentes informadores.

Muy distintos y con trayectorias muy diferentes.

Gozalo, un todo terreno desde la responsabilidad en tantos medios. Desde el Diario “Madrid”, a EFE, y los Informativos de la S.E.R, pasando por TVE, SP o “Informaciones”. En todos fue un gran director, con éxito y con un brillante trabajo a sus espaldas.

Antonio Burgos, hombre de ABC, de ABC de Sevilla, columnista eminente, poeta de su ciudad de adopción, y buen conocedor de “la mareita” que, desde Sanlúcar sube por el Guadalquivir hasta Triana. Autor de libros entreverados de poesía y de información.

Miguel Ángel, un fenómeno de la “Olivetti” que se dedicaba a informar, como un redactor más, pero sentado en la mesa de director.

Antonio Burgos, el escritor. Miguel Ángel Gozalo, el periodista de agencia.

Hasta en sus amores fueron distintos, pero igual de fieles.

Gozalo bebía los vientos por su “Aleti”, ese Atlético de Madrid de sus entretelas, en el viejo Metropolitano de Cuatro Caminos y hasta en el Manzanares de la M-30.

Burgos enamorado del arte de un torero que, con dos verónicas, ponía en pie la Maestranza. Un idólatra de “su Curro”, Curro Romero que para él era “la esencia”.

 

Dos formas de ejercer y de entender una profesión. Dos caballeros del periodismo.

Descansen en paz los dos maestros.

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