Encuestas prohibidas del 14-F

Urnas
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Ya goza de cierta tradición. Antes de las elecciones, hay un medio de comunicación que ofrece encuestas, y son muy leídas, a veces con el desdén de que es meramente una “encuesta”. O para ver luego los resultados y comparar aciertos y errores.

El interés por estas encuestas se nutre de la convicción de que la política española es, desde hace años, muy volátil. Y también de que, en la mente de algunos votantes, influye poco antes de acudir a las urnas contrastar qué partido puede gobernar, o la utilidad de su voto.

La ley electoral española impide que,  a 5 días de las elecciones,  se publiquen nuevas encuestas por lo que desde la medianoche del martes, 9 de febrero,  no se pueden emitir en nuestro país nuevos sondeos.

Sin embargo en Andorra, 'El Periòdic d'Andorra' ofrece a los electores un 'tracking' diario encargado al Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) sobre las expectativas electorales, desde el martes,  9  de febrero, al sábado 13, víspera de las elecciones. Ha entrevistado a 752 personas – “población residente en Cataluña, mayor de edad

GESOP ha entrevistado a 752 personas, residentes en Cataluña, mayores de edad y con derecho a voto, con un trabajo de campo del 6 al 8 de febrero, por lo que no cabe una encuesta más “calentita”.

Las elecciones catalanas del 14-F presentan muchas peculiaridades e interrogantes, con el gran interrogante de si el independentismo gobernará en Cataluña.

Nueve candidatos, un triple empate en cabeza, un vaticinado hundimiento de Ciudadanos – partido ganador en 2017 -, un PP agitado por el caso Bárcenas y un Vox que parece abrirse paso en tierras catalanas pese a todas las trabas que le ponen en la campaña.

El primer sondeo que ha publicado ese medio arroja el dato del triple empate entre PSC, ERC y Junts per Catalunya, cada uno con una horquilla de 31-33 diputados. La mayoría absoluta son 68 diputados.

La encuesta confirma la debacle de Ciudadanos: de 36 escaños a 7-8 diputados. A la CUP y Vox les otorga entre 8-9 diputados, y al PP en el furgón de cola con 4-5 escaños.

 

Se da por seguro el “efecto Illa”, en esta encuesta y en todas, para que el PSC tenga opciones de gobernar. Su visibilidad durante la pandemia también supone un desgaste, por los errores cometidos: yo no estoy tan seguro de ese efecto. Entre otras razones, un sector de los votantes catalanes piensa que a los socialistas ya los tiene a favor y en deuda, por el apoyo a Pedro Sánchez, por lo que se pueden beneficiar ERC y Junts.

A la vez, el pragmatismo catalán puede incrementar el voto al PSC, junto con el temor a un independentismo desbocado como el que se ha vivido hasta ahora, cercenado judicialmente y en el extranjero. Una dosis de realismo puede beneficiar al PSC.

Una vez más, repetimos que la única encuesta que vale es la de las urnas. Pero eso no es una encuesta, sino el recuento de votos. Y se promete interesante la noche del 14-F, casi tanto como los previsibles pactos postelectorales.

En el resto de España, daría tranquilidad un gobierno PSC-ERC, pero votan los catalanes, y a ellos se ha dirigido ERC descartando un pacto con el PSC “porque se apoyará en Vox, como se ha visto en el Congreso de los Diputados”.

Estrategias de campaña electoral y búsqueda de votos indecisos. Días intensos hasta el 14-F.

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