Hay imputados e imputados

Ha vuelto a pasar. La juez que investiga los expedientes de regulación de empleo (ERE) irregulares en Andalucía, Mercedes Alaya, ha llamado a declarar en calidad de imputada a Magdalena Álvarez, ex ministra de Fomento y ex consejera de Economía y Hacienda en el Gobierno de Manuel Chaves desde 1994 al 2004.

El anuncio ha provocado reacciones para todos los gustos. Pero las declaraciones de Manuel Chaves han sido las más llamativas: “La imputación no significa nada”.

No es que no tenga razón. Que la tiene. En un comentario reciente me extendí sobre esta cuestión y hoy sigo pensando lo mismo: cuidado con condenar prematuramente a los imputados, porque todavía no son acusados.

Lo que pasa es que algunos miembros del Partido Socialista en el que milita Chaves tienen una doble vara de medir. Para ellos, hay imputados e imputados.

Imputados con pedigrí, pata negra, de categoría fetén... entre los que se encuentran Magdalena Álvarez y José Blanco, por ejemplo. Ellos son trágicas víctimas de un proceso judicial que les somete a la pena de la opinión pública, por el simple hecho de sentarse en un banquillo a defender su inocencia.

Después están “los otros” (como en la peli de Amenábar): los imputados malos malísimos, los malolientes de enfrente, los vergonzantes, los penosos, los que deben dimitir de todo. Porque vaya vergüenza permanecer en el puesto con esa espada de Damocles sobre la cabeza.

Penoso.

Más en twitter: @javierfumero

 
Comentarios