Zapatero, prestidigitador de la economía
En los últimos días Zapatero nos ha regalado dos ejemplos de prestidigitación económica, por cierto bastante malos, pues el truco se le descubre fácilmente.
El más reciente el pasado sábado cuando, ante el Comité General del PSOE, presentó como algo positivo el descenso de la inflación que afirmó "caerá al 2,5% en noviembre".
Sr. Zapatero, esto sería así si no fuera porque es consecuencia de la tremenda crisis y recesión económicas que padecemos. Es el colapso de la actividad económica el causante de la caída del consumo de petróleo y del consumo de las familias.
Falta demanda y caen los precios a la vez que sube el paro, casi 3.000.000 ya y veremos...
No haga un uso demagógico del dato de IPC porque, salvo que Vd. sea el causante de la crisis (?), su descenso no es mérito suyo y se le descubre el truco.
Por cierto, ¿cómo conocen ya el IPC si hasta el día 28 no se difunde el dato adelantado mensual?, ¿no será que lo han cocinado con el INE para ahorrarse dinero de los pensionistas a los que tanto dicen proteger?
El segundo ejemplo es la oleada de cuñas publicitarias que ha invadido los medios informativos incitando a la compra de letras del tesoro, eso sí, sin explicitar el TAE, o sea, la rentabilidad de la inversión, algo que sí informan cajas y bancos. ¿Cuál es ahora el truco?
Muy sencillo: la rentabilidad, por ejemplo, de las letras a 12 meses ha caído un 2% en sólo 4 meses (del 4,4 en julio al 2,4 ahora en noviembre).
Se puede hacer una imposición a plazo de 1 año con una TAE del 6,5% y cobrando los intereses por adelantado, como las letras, en múltiples entidades financieras. Se argumenta lo de "la seguridad del Estado..." pero, ¿no es el mismo Estado que acaba de elevar hasta 100.000 euros por titular y entidad la garantía de los depósitos?
En plata, el gobierno de España por medio del Tesoro Público pretende captar nuestro ahorro por una rentabilidad del 2,4% frente al 6,5% de la banca privada. ¡ Así nos cuida el papá Estado ! En mi opinión no sólo se trata de "publicidad engañosa del Tesoro Público" sino de una grave competencia desleal con bancos y cajas y, lo peor de todo, algo financiado con nuestros impuestos y utilizando el aval del Estado que, de paso, somos todos. ¡Qué feo queda!
